Todas las puertas están abiertas, pero no se puede decir que estas personas
puedan comulgar
Al ser
preguntado sobre la participación de los divorciados vueltos a casar en la vida de la Iglesia, el Papa Francisco
recordó que integrarse "no significa conceder la comunión" porque
recibir la Eucaristía no es un "un título honorífico".
El Papa se
refirió al conmovedor testimonio de una pareja de divorciados en nueva unión
que escuchó en Morelia. "Estos dos eran felices y usaron una expresión muy
linda: nosotros no hacemos la comunión eucarística, pero sí estamos en comunión
cuando visitamos a hospitales y en esto, y en esto. Su integración es
esa. Si hay algo más, ya lo dirá el Señor. Es un camino", indicó.
Pregunta: Santo
Padre Ud. ha hablado mucho sobre la familia y el Año Santo de
la Misericordia durante este viaje, pero algunos se preguntan, ¿cómo es posible
que una Iglesia misericordiosa con más facilidad perdona a un asesino que un
divorciado vuelto a casar?
Papa Francisco:
Ah, ¡me gusta esta pregunta! Sobre familia, han
hablado dos sínodos. El Papa habló todo el año durante las catequesis de los
miércoles, y la pregunta es verdadera, me gusta la pregunta porque usted la ha
hecho ‘plásticamente’ bien.
En el documento
post-sinodal que saldrá antes de Pascua,
se retoma todo lo que el Sínodo abordó en uno de los capítulos habló
sobre los conflictos o sobre las familias heridas y la pastoral de las familias
heridas. Es una de las preocupaciones, como otra es la preparación al matrimonio. Imagínese:
para ser cura, es necesario estudiar por 8 años y luego, si no lo logras, pides
una dispensa y te vas.
Pero, para un
sacramento que dura toda la vida, tres, cuatro clases… La preparación al
matrimonio es muy importante, muy muy importante, porque creo que es algo que
en la Iglesia, al menos en la pastoral común, al menos en mi país en Sudamérica
no ha contado tanto.
Por ejemplo,
ahora no mucho, pero hace algunos años había en mi país la costumbre de los
casamientos ‘de apuro’, casamientos hechos con prisa porque viene un niño, para
taparlo socialmente y salvar el honor de la familia y ahí no eran libres. Y muchas
veces estos matrimonios son nulos, y yo, como obispo, he prohibido hacer esto a
los sacerdotes cuando existía esto… que nazca el niño, que permanezcan como
novios y cuando sientan hacerlo para toda la vida que vayan adelante, pero
existe una falta del matrimonio.
Otro capítulo
muy interesante es la educación de los hijos. Las víctimas de los problemas
familiares son los hijos, pero también los problemas de la familia que el
marido y la mujer quieren, por ejemplo, las necesidades de un trabajo, cuando
el padre no tiene tiempo para hablar con sus hijos, cuando la madre no tiene
tiempo libre para hablar con sus hijos cuando yo confieso a una pareja que
tiene hijos, un matrimonio les digo: ‘¿cuántos hijos tienen?’.
Algunos se
asustan porque dicen: ‘el sacerdote me preguntará por qué no tengo más…’
y yo digo ‘le haré una segunda pregunta: ‘¿Usted juega con sus hijos?’ Y la
mayoría, casi todos, dicen que ¨Padre no tengo tiempo, trabajo todo el día¨, y
los hijos son víctimas, es un problema social que hiere a las familias. Me
gusta su pregunta.
Una tercera
cosa interesante es que en el encuentro con las familias en Tuxtla Gutiérrez
había en una pareja de casados en segunda unión integrados en la pastoral de la
Iglesia y la palabra clave que usó el Sínodo y que yo retomaría es integrar en
la vida de la Iglesia a las familias heridas, las familias vueltas a casar,
pero no olvidar a los hijos en medio. Ellos son las primeras víctimas, sea para
las heridas, sea para las condiciones de pobreza, de trabajo…
Re-pregunta:
¿Esto quiere decir que pueden recibir la comunión?
Papa Francisco: Esto es algo último, integrar en la iglesia no significa conceder la
comunión porque yo conozco a católicos casados en segundas nupcias que van a la
iglesia tres o cuatro veces al año, y ‘yo quiero hacer la comunión’, como si
fuera un título honorífico. Un trabajo de integración... Todas las puertas
están abiertas, pero no se puede decir que estas personas puedan comulgar.
Esto sería una
herida, también para los matrimonios, porque esto no los haría proceder por ese
camino de integración. Y estos dos eran felices y usaron una expresión muy
linda: nosotros no hacemos la comunión eucarística, pero sí estamos en comunión
cuando visitamos a hospitales y en esto, y en esto. Su integración es
esa. Si hay algo más, ya lo dirá el Señor. Es un camino.
Fuente: ACI
Prensa
