¿Desconocidos 0
hermanos?
Hola, buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que
pases un feliz día.
Ayer Lety y yo tuvimos que ir a Burgos al médico, a
una revisión de la alergia. Al terminar, llovía a cantaros y nos acercaron en
coche a la estación de autobuses. Para que te sitúes... en mi opinión, es la
zona más transitada de coches y personas de Burgos.
Salí del coche con cuidado y ligera, no fuese que
alguno se llevase la puerta por delante. Una vez en la acera, ya a salvo, oí
como se pitaban los coches, ¡era exagerado! ¡Qué ruidosos! Algunos hasta
aminoraban la velocidad mientras seguían pitando, ¡qué locura!... pitidos y más
pitidos.
-Uy, qué graciosos los de Burgos, que se conocen todos y se saludan a pitidos...
Levanté la cabeza y vi al copiloto de un coche rojo
empotrar su dedo contra la ventanilla, y parecía que nos señalaba a nosotras.
-No habrán visto monjas nunca -pensé.
Pero el del coche de detrás bajó la ventanilla y
gritó:
-¡¡Señora, la bufanda!!
Miré a derecha, luego a izquierda y... no había
ninguna señora. Luego me miré las manos y me faltaba la capita blanca que
llevamos para el frío. O sea, que yo era la señora y la bufanda era mi capita,
que estaba en algún sitio.
Di la vuelta al coche y ahí estaba... en medio del
asfalto, chapoteando en un charco bastante profundo.
Casi preparamos un atasco monumental a costa de la
capita, pero... ¿alguna vez has visto que los atascos se monten porque alguien
esté pendiente de ti? Un coche, otro, otro... no se saludaban, ni estaban
enfadados entre ellos... Estaban preocupados por lo que se nos había caído,
estaban pendientes de nosotras.
Me impactó ese gesto, pues muchas veces miramos a los
desconocidos como "desconocidos" o ni siquiera les vemos y, sin
embargo, son hermanos que nos pone el Señor en el camino, personas con sus
situaciones, sus problemas... y necesitados de que "pites por ellos",
de que "pares el coche", de que tengas un gesto que les hable de un
Amor diferente, que les hable del Amor de Cristo.
Hoy el reto del amor es que tengas un detalle con una
persona que no conozcas: déjale pasar en la cola del supermercado, ayúdale con
las bolsas, dale conversación al que se siente a tu lado en el metro o en el
autobús, interésate por el que está detrás del mostrador y parece cansado... Si
cada persona que recibe el reto tiene un gesto con un desconocido... montaremos
un buen atasco.
VIVE DE CRISTO
Fuente: Dominicas de Lerma