Busca tus gafas
Hola, buenos días, hoy Celia nos lleva al Señor. Que
pases un feliz día.
Normalmente uso lentillas, pero ayer bajé con gafas a
vísperas y, en la oración, me puse a escribir en el cuaderno. Como me
molestaban, me las quité. Tengo miopía, y en un momento dado levanté la
cabeza... no distinguía ni el dibujo grabado en el Sagrario, ni la cara de
Cristo, ni la Virgen... inmediatamente me puse las gafas.
Muchas veces vamos así, sin gafas, sin ver: ciegos...
Nos cuesta entender que Cristo vive con nosotros, que está a nuestro lado.
Pensamos que, si no lo vemos, que si no lo sentimos, no está. Pero... ¿porque
yo no lo viese quiere decir que no estaba? No... Estaba y sigue estando ahí. No
se va aunque yo me quite las gafas.
Él permanece siempre, aunque nosotros no le notemos
cerca, aunque no distingamos claramente su gran obra en nuestras vidas, su amor
hacia nosotros. Cristo quiere que te pongas las gafas, pero a Él eso no le
condiciona para amarte o dejarte de amar; si no las llevas puestas, intentará que
te las vuelvas a poner, pero te sigue amando, sigue estando a tu lado, no se
separa.
Hoy puedes tener barreras que no te dejen ver al Señor
con claridad, algo por lo que estás pasando de lo que "el Señor no puede
sacar nada bueno"... Pues te digo que esas barreras se pueden romper, que
puedes volver a verle, sentirle, no pienses que no tiene solución. Con Cristo
se puede.
Hoy el reto del amor es buscar tus gafas, ve a un
Sagrario y pregúntale al Señor qué es lo que no te deja verle y que te ayude a
encontrar las gafas para hacerlo de nuevo.
VIVE DE CRISTO
Fuente: Dominicas de Lerma