Jesús experimentó fuertes momentos de incertidumbre y hoy podemos tomar su ejemplo para afrontar los momentos difíciles en nuestra vida
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Vivimos en un
mundo donde la incertidumbre se ha vuelto parte del día a día. Desde decisiones
personales hasta crisis globales, todos experimentamos momentos donde no vemos
con claridad el futuro. Pero, ¿sabías que incluso Jesús enfrentó momentos de
profunda incertidumbre?
La incertidumbre es
ese estado interior en el que no sabemos con claridad qué va a pasar, cómo
actuar, o si las cosas saldrán bien. Es la sensación de estar caminando en la
niebla, donde no hay respuestas rápidas, ni garantías, ni control.
Cuando una
persona se encuentra en este estado, llega acompañado de inseguridad,
inquietud, duda y por supuesto la incerteza.
Tener el
control de todo
Uno de los
rasgos característicos de la sociedad actual es que nos gusta tomar el control
de todo y cuando no podemos controlar alguna situación o algún momento en
nuestra vida, caemos en la desesperación y por lo tanto en incertidumbre.
Sin embargo,
habrá momentos en los que no podamos tener el control de la situación, por lo
que podemos depositar nuestra confianza en Jesús, quien también vivió la
incertidumbre de primera mano.
Jesús y la
incertidumbre: Un modelo humano y divino
Existen
momentos claves en la vida de Jesús donde vivo la desolación y la incertidumbre
claramente.
El desierto
(Mateo 4, 1-11)
Aquí Jesús es
enviado por su Padre a pasar 40 días en el desierto. Ahí es tentado por el
demonio, por lo que en ese momento Jesús sintió:
- Soledad, tentaciones, dudas sobre su identidad y
propósito.
- Cómo enfrentó la incertidumbre con la Palabra y la
verdad.
Getsemaní
(Mateo 26, 36-46)
Este es uno de
los momentos más fuertes para Jesús, pues llega a sentir tanta incertidumbre
que hasta suda sangre, una condición que humanamente es posible cuando la
persona se somete a demasiado estrés y ante una situación tan preocupante.
Jesús experimentó:
- El momento de mayor angustia.
- Su oración: "Padre,
si es posible aparta de mí este cáliz… pero que no se haga mi
voluntad…"
- Cómo muestra su vulnerabilidad, pero también su
entrega.
La cruz
(Mateo 27, 46)
El tercer
momento clave de incertidumbre en Jesús, llega al momento de la crucifixión,
por lo que ahí Jesús vuelve a enfrentarse a dicho sentimiento, clamando a
Dios:
- "Dios mío, ¿por qué me has abandonado?"
- Un grito que expresa dolor, confusión y aparente
abandono.
- Pero aún así, mantiene su confianza hasta el final.
¿Qué podemos
aprender de Jesús en medio de la incertidumbre?
- Aceptar la incertidumbre no es falta de fe.
- Buscar intimidad con Dios en la oración.
- Recordar las promesas de Dios, aunque no veamos con
claridad.
- Confiar en el propósito, aunque no se vea
claro.
- Rodearse de la comunidad (como Jesús con sus
discípulos)
No olvides que
Jesús entiende cada uno de nuestros sentimientos, pues él fue humano. No dudes
en acercarte a él por medio de la oración y pedir que te guíe en los momentos
de incertidumbre.
Karen Hutch
Fuente: Aleteia
