Grumoso y pastoso
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| Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
En la cerámica
han recuperado una técnica que no había visto trabajar nunca. Sor Carmen la
domina muy bien, y mientras la observaba, me sorprendió su manera de cubrir las
piezas de barro con una pintura espesa, terrosa, de colores apagados: marrones,
grises, con grumos nada atractivos. Sin embargo, ella comentaba con una
seguridad asombrosa:
“Este color es
muy bonito. Este le va a dar mucho color.”
Yo solo veía
barro oscuro y opaco, pero ella hablaba con la certeza de quien ya conoce el
resultado.
Cuando las
piezas salieron del horno, quedé impresionada: donde antes había tonos
apagados, ahora brillaban colores vivos, entremezclados con cristales. Todo se
había transformado en belleza. Aquella pasta fea no era más que minerales
crudos sin fundir; el fuego los había derretido y hecho cristalizar, revelando
su verdadero color.
Entonces
comprendí: ¡cuántas veces nos vemos también así, grumosos y sin color! Miramos
nuestra propia masa y pensamos: “Soy así…” Nos cuesta creer que en nosotros
pueda esconderse algo hermoso. Pero en la confianza de sor Carmen reconocí la
del Señor. Él sabe de qué estamos hechos, conoce nuestras debilidades, y aun
así nos mira desde la verdad de lo que tenemos: llenos de color, únicos,
irrepetibles.
El horno es la
vida, y Cristo es el fuego que transforma sin destruir. No te cambia por otro:
saca lo mejor que ya hay en ti. Él sabe todo el color que escondes y se deleita
amándote, incluso cuando tú solo ves tu barro grumoso.
Por eso, sigue
caminando. Deja que el Fuego del Amor saque toda la belleza que tú no ves.
Déjate amar por Él: eres obra suya, soñada y amada tal como eres.
Hoy el reto del
amor es que cuando te sientas apagado y sin brillo, te dejes amar por Jesús.
Pídele que te regale verte como el te ve. Dale gracias por un color de los que
percibes (tu Alegría, servicio…)
Pon todo en
Jesús, Él hará brillar en ti todos los colores que aún no ves.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
20 octubre 2025
Fuente: Dominicas de Lerma
