Cuando no sabemos qué hacer al tomar decisiones cruciales, es importante voltear al cielo y, en oración, pedirle a Dios que nos ilumine para no equivocarnos
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| Achmad_Khoeron |
Es fácil
cometer un error cuando nuestro estado de ánimo está sobresaltado, por eso no
debemos tomar decisiones cruciales cuando estamos en malas condiciones.
Entonces, una breve oración puede salvarnos.
Escucha la
voz de Dios
El tema de la
oración está íntimamente ligado con el crecimiento espiritual de todos los
cristianos. Encontramos en el Catecismo de la Iglesia católica la explicación
sobre su origen:
"¿De dónde
viene la oración del hombre? Cualquiera que sea el lenguaje de la oración
(gestos y palabras), el que ora es todo el hombre. Sin embargo, para designar
el lugar de donde brota la oración, las sagradas Escrituras hablan a veces del
alma o del espíritu, y con más frecuencia del corazón (más de mil veces). Es
el corazón el que ora. Si este está alejado de Dios, la
expresión de la oración es vana".
(CEC
2562).
Esta estrecha
relación con la Santísima Trinidad brota del corazón, por lo tanto, todo lo que
pidamos al Padre, por mediación de Hijo e inspirado por el Espíritu Santo,
obtendrá una respuesta segura.
Pero para que
eso ocurra, también es indispensable que aprendamos a escuchar la voz de Dios y
la oración nos ayudará a conocer Su voluntad.
Toma
decisiones a la luz de la oración
Orar, pues, es
la manera en la que hablamos con Dios y Él se encargará de respondernos. En
ocasiones lo hará mediante un acontecimiento desagradable, en otras a través de
otra persona, o quizá elija enviarnos una señal que solamente nosotros
entendamos, o tal vez ¿por qué no? cumpliendo nuestras peticiones.
Por ello,
cuando estemos a punto de decidir algo que cambiará radicalmente nuestra vida,
la oración será la mejor manera de elegir. Porque estaremos pidiendo a nuestro
Señor que nos guíe hacia puerto seguro y, ¿quién más podría saber lo que es
mejor para nosotros, sino solo Dios?
Así mismo,
tomemos un instante para charlar con Él y exponerle nuestras dudas. Tengamos la
certeza de que la inspiración llegará, solo es necesario dejarnos iluminar por
el Espíritu Santo y orar sin descanso:
"Ora
continuamente el que une la oración a las obras y las obras a la oración. Sólo
así podemos cumplir el mandato: 'Orad constantemente' (CEC 2745)".
La mejor
decisión de la vida
Ante las
adversidades de la vida, nada resulta más consolador que poder hablar con Dios,
porque la oración fortalece el espíritu. Nuestra vida será pronto un reflejo de
ese excelente hábito:
"Se ora
como se vive, porque se vive como se ora" (CEC 2725).
Y cuando
logremos vivir en oración constante, comprobaremos a diario su eficacia. Nada
habrá que Dios no nos conceda:
"Nada vale
como la oración: hace posible lo que es imposible, fácil lo que es
difícil" (CEC 2744).
Así es que,
ejercitemos nuestra alma y voluntad para la oración:
"¿Para qué
orar? Es necesario luchar con humildad, confianza y perseverancia, si se
quieren vencer estos obstáculos" (CEC 2728) .
Mónica Muñoz
Fuente: Aleteia
