Mirar con los ojos de Cristo
Buenos días,
hoy sor María Jesús nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Este domingo el
Evangelio es el del pobre Lázaro y el rico… un Evangelio muy popular que, cada
vez que se proclama en la Eucaristía, me dan ganas de añadir al final en voz
alta: ¡ha resucitado un muerto!
Jesús ha venido
a hablarnos del Reino de su Padre, del camino para llegar.
Casi siempre,
cuando lo he escuchado, pensaba que, como yo no era rica, no era directamente
para mí. Seguramente a muchos os habrá pasado algo parecido. Pero esta semana
lo he percibido diferente.
¿De verdad que
no eres rica? Vale, no banqueteo asiduamente, pero ¿no tienes pobres a tu lado
esperando las migajas de tu tiempo? ¿Esperando parte de tu alegría o de tu
seguridad? ¿No tienes pobres pidiendo en tu camino? Pobres a los que nos hemos
acostumbrado y que no vemos cómo les supuran sus heridas que les hacen sufrir.
Nuestros
hermanos, nuestros cercanos, familiares, amigos… son muchas veces pobres que
nos dan la ocasión de seguir el consejo que Abraham dio al rico: tienen a
Moisés, que son las pocas leyes y mandamientos, y a los profetas, que es la
Palabra de Dios. ¡Que lo cumplan!
TODOS PODEMOS
SER RICOS, pero ricos a los que ya ha venido un muerto a hablarnos cómo es su
Reino.
Hoy es el día
del Señor, día para alegrarnos porque Jesús ha resucitado y nos dice cómo es la
vida junto a Él, junto al Padre. Es más, nos dice que Él es el Camino para
llegar.
Hoy el reto es
volver a leer el Evangelio (Lucas 16, 19-31) y mirar a ese pobre concreto que
está cerca de ti esperando esas migajas de fe, de aliento, de alegría… que
tienes y puedes darle.
Pero quizás
tienes más cerca a un rico que necesita que le digas que Jesús ha resucitado y
nos espera una vida eternamente feliz.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
28 septiembre
2025
Fuente: Dominicas de Lerma