Sin miedo
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Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Ayer, durante
el trabajo, una hermana comentó que, sin darse cuenta, se había confundido en
la medida al cortar unas pulseras. Estaba preocupada, así que las demás
intentamos quitarle hierro; además, nos habíamos dado cuenta a tiempo.
En aquel
momento, otra hermana añadió una frase muy suya, que resultó muy acertada: “El
que no lo hace, no se equivoca”. ¡Y qué razón tiene!
Me encanta su
frase, porque viene a subrayar que la persona ha arriesgado, se ha entregado en
una determinada actividad y, por ello, el mismo error es parte del proceso. Es
una frase alentadora, que invita a no rendirse, sino a verlo precisamente como
eso: como parte del proceso, y continuar intentándolo, disfrutando,
arriesgando, aprendiendo.
Lo contrario
sería la parálisis por miedo a equivocarse. Pero entonces el riesgo sería
inconsciente, ya que caeríamos en la trampa del perfeccionismo, que no se
permite un fallo.
“No hay temor
en el amor” (1 Jn 4,18). Ciertamente, hay un temor que es bueno, incluso un
santo temor de Dios, que es un don de su Espíritu. Pero aquí san Juan habla más
bien del temor servil, ese que nos rebaja y que nos impide sabernos hijos muy
amados, a los que el Padre ha hecho administradores de su Reino con unos
talentos concretos.
A lo largo del
Evangelio se ve cómo, con Jesús, las personas no tenían miedo a equivocarse.
Los discípulos hablaban con toda naturalidad, hasta el punto de decir
comentarios totalmente fuera de lugar, como Juan y Santiago cuando le dijeron:
“Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo y acabe con ellos?”, o
Pedro cuando pretendía frenarlo en su afán de entregar su vida. Pero también
fueron muchos los que se acercaron a Él contra toda ley, como los leprosos o la
hemorroísa… ¡Esperaban todo de Él y no tenían miedo!
Hoy el reto del
amor es perder el miedo a equivocarme. Hagamos como los que acuden al Señor en
el Evangelio: acerquémonos a Él, actuemos con Él, hablemos con Jesús, con la
certeza de que del siguiente paso se ocupa Él.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
23 septiembre
2025
Fuente: Dominicas de Lerma