Es reconocido entre los 50 científicos más influyentes del mundo
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James M Tour, durante una de las grabaciones de su podcast en YouTube |
Que el ámbito
científico universitario está alejado por completo de la
fe es una hipótesis ampliamente extendida. Y de entre los muchos
científicos que la refutan, el caso de James M.
Tour es uno de los más destacados: así lo muestra su reciente
oración, elevada en público, arrodillado ante sus alumnos y en
plena clase, en un aula de la universidad de Harvard.
Conocido por su experiencia en el
campo de la química orgánica -que estudia los compuestos que
contienen carbono- y la nanotecnología - la manipulación de la
materia a una escala atómica y molecular-, el científico se desempeña
como profesor de la Rice University de Houston (Texas).
Larga lista de
reconocimientos: entre los 10 mejores
Su experiencia, lejos de ser solo
académica, cosecha amplios logros e innovaciones prácticos. Es
el caso de los trabajos de su grupo de investigación en torno al grafeno
inducido por láser, con probadas implicaciones positivas en la gestión
ambiental a través del reciclaje de materiales y desechos.
Sus exitosas y pioneras
investigaciones le han hecho merecedor del Premio Oesper de la American
Chemical Society (2021), concedido a "químicos destacados por sus
importantes logros a lo largo de su vida en el campo de la química, con un
impacto duradero en las ciencias químicas".
También ha sido nombrado miembro
de la Royal Society of Chemistry en 2020, año en el que
también recibió el Premio Centenario de la misma institución por sus
innovaciones en química de materiales con aplicaciones en medicina y
nanotecnología.
Además ha sido incluido en la
Academia Nacional de Inventores en 2015, nombrado entre "Los 50
científicos más influyentes del mundo hoy" por TheBestSchools.org
en 2019 y, entre otros muchos nombramientos que acreditan su experiencia,
también se clasificó como uno de los 10 mejores químicos del mundo durante
la última década, según una encuesta de índice de citas por publicación de
Thomson Reuters en 2009.
Cristiano, científico y
crítico con el evolucionismo
Tour, que adoptó el cristianismo durante
sus estudios de posgrado, secundó en 2001 la declaración “Un disenso científico
del darwinismo” del Discovery Institute, cuyos firmantes cuestionan la
afirmación de que la teoría de la evolución de Darwin explique
plenamente la complejidad de los seres vivos o que «toda la evidencia
científica conocida respalde la evolución [darwiniana]».
Nacido en un hogar judío, ha
detallado en varias ocasiones que durante sus años universitarios se sintió
retado por cristianos de cara a reflexionar sobre el pecado y la redención. Una
experiencia que transformó su vida en 1977: “Señor, soy pecador, perdóname… De
repente, sentí la presencia de Cristo, un sentido glorioso de perdón me
inundó”, relató el científico.
Desde entonces, Tour trata de
aprovechar las plataformas académicas y su reputación como científico para
afirmar la compatibilidad entre el rigor intelectual y la fe cristiana, entre
fe y razón, defendiendo que “la búsqueda de la verdad incluye a Dios”.
Rezando por sus alumnos en
Harvad... en plena clase
Además, a su labor estrictamente
investigadora se agregan sus altas capacidades, como es ser fundador y director
de más de una docena de empresas basadas en su propia investigación, siendo
además profesor visitante de la Universidad de Harvard.
Precisamente en esta última es
donde tuvo lugar uno de los episodios que están generando más expectación entre
alumnos y usuarios de internet y redes sociales.
Según se aprecia en los vídeos
que circulan, Tour se encontraba en plena clase cuando
se dirigió a sus alumnos en un llamado único basado
“exclusivamente en lo que he visto en mi propia vida”.
“Cuando has visto esta evidencia,
[cuando] has escuchado la evidencia de la resurrección de Jesús de
entre los muertos… Actúa según la medida de fe que tengas que tienes, un 50%,
un 25%, un 10% de seguridad que ha resucitado de entre los muertos… Quiero
que reces conmigo y actúes en torno a eso”, les dijo.
Es entonces cuando se arrodilló
en el aula y comenzó a rezar por sus alumnos.
Aba mi padre, rezo por estos
jóvenes, que repitan conmigo hoy esta oración hoy: `Señor, gracias por morir
por mí, porque soy pecador. Señor, yo creo, pero ayúdame con mi incredulidad.
Creo que Jesús es el Señor y creo que ha resucitado de entre los muertos.
Lléname con tu Espíritu Santo y Déjame vivir para ti en el nombre de Jesús.
Amén.
Finalizada la oración, se dirigió
una vez más a los alumnos ofreciéndose a responder sus dudas e inquietudes al
respecto.
“Si has rezado esta oración, ven
a verme después o envíame un correo electrónico. Estará bien, sólo házmelo
saber”, invitó antes de ofrecer su contacto personal y de que su gesto y
plegaria pública diese la vuelta al mundo en internet y redes sociales.
J. M. C.
Fuente: ReligiónenLibertad