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El arzobispo Filippo Iannone, nuevo prefecto del Dicasterio para los Obispos. Dominio público |
El Papa León XIV ha designado al carmelita italiano Mons. Filippo Iannone, como Prefecto del Dicasterio para los Obispos y Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina.
Su trayectoria como canonista y sus reflexiones en torno al derecho penal canónico, la reforma de la Iglesia y el discernimiento en los cónclaves dibujan el perfil de un pastor con amplia experiencia. Sustituye a Robert Francis Prevost, después de que el puesto quedara vacante por su elección como Pontífice.
Con el nombramiento de monseñor Filippo Iannone, O. Carm., como nuevo Prefecto del Dicasterio para los Obispos y Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, el Santo Padre León XIV confía una responsabilidad clave a un obispo con larga experiencia en el ámbito jurídico y pastoral. La noticia fue anunciada oficialmente por la Santa Sede y difundida por Vatican News el 26 de septiembre de 2025.
Experto canonista al servicio de la Santa Sede
Nacido en Nápoles en 1957, miembro de la Orden de los Carmelitas, Iannone fue ordenado sacerdote en 1982. Ha sido obispo auxiliar de Nápoles, obispo de Sora-Aquino-Pontecorvo y vicegerente de la diócesis de Roma. En 2018 asumió la presidencia del entonces Pontificio Consejo para los Textos Legislativos. Su perfil académico y pastoral se refleja en su doctorado en Derecho Canónico y en el título de abogado rotal. El nuevo Prefecto es un experto canonista con amplia trayectoria al servicio de la Santa Sede.
La reforma del derecho penal canónico
Una de sus intervenciones más significativas tuvo lugar en junio de 2021, cuando participó en la presentación de la Constitución Apostólica Pascite gregem Dei, con la que el papa Francisco reformó el Libro VI del Código de Derecho Canónico. En esa ocasión, Iannone subrayó que el nuevo texto buscaba ofrecer a los obispos un instrumento más ágil y claro para afrontar los delitos dentro de la Iglesia. Vatican News destacó sus palabras: el derecho penal debía servir no solo como castigo, sino también como ayuda para la conversión y la protección del pueblo de Dios.
El propio boletín de la Sala de Prensa de la Santa Sede recogió entonces su explicación sobre el equilibrio entre la dimensión pastoral y la exigencia de justicia, recordando que la autoridad eclesial tiene el deber de intervenir cuando se comete un delito tipificado por la Iglesia.
Congreso en Valencia: responsabilidad y misión
En febrero de 2022, Iannone viajó a España para inaugurar en la Universidad Católica de Valencia un congreso internacional sobre la reforma del derecho penal canónico. Allí insistió en que “los responsables en la Iglesia tienen un deber específicamente configurado de intervenir” cuando se producen delitos, y subrayó que la aplicación del derecho canónico no puede desligarse de la misión pastoral de la Iglesia. El Arzobispado de Valencia recogió sus palabras en la apertura de aquel encuentro académico.
Reflexiones sobre el Cónclave: libertad y responsabilidad
Más recientemente, en mayo de 2025, monseñor Iannone intervino en una entrevista con la agencia italiana SIR para explicar el significado espiritual y jurídico de un cónclave. Definió este proceso como un ejercicio de “discernimiento, libertad, confidencialidad y responsabilidad”, destacando que el secreto y la reserva de los cardenales no son formalismos, sino garantías de un acto que debe realizarse en conciencia y en oración.
Una misión al servicio de la Iglesia universal
El nombramiento de Iannone como Prefecto del Dicasterio para los Obispos lo sitúa en el corazón de la vida de la Iglesia: el acompañamiento, selección y apoyo a los pastores que guían las diócesis en todo el mundo. Además, como Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, tendrá la tarea de estrechar lazos con las Iglesias particulares de ese continente, clave en el dinamismo católico actual.
Su perfil combina experiencia jurídica, sensibilidad pastoral y un profundo conocimiento del funcionamiento de la Curia Romana. Sus intervenciones públicas en los últimos años permiten trazar la imagen de un obispo que concibe el derecho no como un fin en sí mismo, sino como un servicio a la verdad y a la misión evangelizadora de la Iglesia.
Marta Santín
Fuente: ReligiónConfidencial