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Países donde se persigue a los cristianos. Dominio público |
Marta Petrosillo, de la ACS: Si se niega la libertad
religiosa a un grupo, tarde o temprano también se negará a otros.
La violencia y la persecución contra las comunidades
cristianas en todo el mundo están aumentando de forma preocupante. Esta
tendencia, confirmada para 2024 por el informe de la fundación pontificia Ayuda
a la Iglesia Necesitada, lamentablemente no se ha revertido este año y resurge
con apremiante relevancia con motivo del "Día Internacional de
Conmemoración de las Víctimas de Actos de Violencia Basados en las Creencias Religiosas", declarado este
viernes por las Naciones Unidas.
Desde Nigeria, donde el clima de inseguridad persiste
y los secuestros de clérigos por parte de grupos terroristas continúan, hasta
la persecución por parte de regímenes autoritarios, pasando por la violencia
generalizada que sufren las comunidades cristianas en Asia. Hace apenas unos
días, los obispos de la India denunciaron una escalada de violencia contra los
cristianos en la región oriental de Orissa.
En África, donde la lacra de la persecución religiosa
ha afectado especialmente a las comunidades del Sahel y del oeste del
continente, los sangrientos sucesos de las últimas semanas en el este de la
República Democrática del Congo demuestran cómo las comunidades minoritarias
son víctimas inocentes de la violencia, incluso fuera de contextos de
persecución más abierta.
Además, como indican datos de la ONU, todas las
comunidades minoritarias, no solo las cristianas, están expuestas a la
violencia. Continúan produciéndose actos de intolerancia y violencia basados en la religión o las creencias contra personas, incluidas las
pertenecientes a comunidades religiosas y minorías en todo el mundo, y el número e intensidad de estos incidentes, a
menudo de carácter
delictivo, están aumentando.
Al proclamar el 22 de agosto como Día Internacional de
Conmemoración de las Víctimas de Actos de Violencia Basados en la Religión o las Creencias, la Asamblea General de las Naciones
Unidas recordó
que los Estados tienen la responsabilidad primordial de promover y proteger los
derechos humanos, incluidos los de las personas pertenecientes a minorías
religiosas, incluido su derecho a ejercer libremente su religión o
creencias.
"Si se le niega la libertad religiosa a un grupo,
tarde o temprano también se le negará a otros", advierte Marta Petrosillo,
quien dirige el informe bienal sobre libertad religiosa en el mundo para la
Fundación Pontificia ACN. En una entrevista publicada en el portal en línea de
la sección internacional de ACN, Petrosillo anticipa algunas de las
conclusiones del próximo informe de la Fundación Pontificia, que se publicará
el 21 de octubre.
"Uno de los continentes donde la situación ha
empeorado realmente es África", señala Petrosillo, citando los recientes
ataques contra cristianos en la República Democrática del Congo para confirmar
que el extremismo religioso está en aumento en todo el continente.
"También está el caso de Burkina Faso, que hace diez años no estaba entre
los países más preocupantes, pero que hoy, lamentablemente, es uno de los
lugares del mundo donde se producen más ataques yihadistas".
El representante de la AEC informa además de un
agravamiento de la situación del nacionalismo etnoreligioso en Asia, mientras
que Oriente Medio sigue siendo una zona de importante inestabilidad y en
América Latina se observan crecientes violaciones de la libertad
religiosa.
La asociación Puertas Abiertas, en su último informe,
también certifica un aumento de 365 a 380 millones en el número de cristianos
perseguidos y discriminados en todo el mundo. Mientras que Corea del Norte se
mantiene estable en el primer puesto, Nigeria sigue siendo el epicentro de las
masacres en África en 2024, en paralelo con un aumento de la violencia en los
países vecinos de África Occidental. Los cinco primeros en la lista de Puertas
Abiertas son Somalia, Yemen, Libia y Sudán.
Finalmente, en Asia, la situación en Myanmar empeoró
en 2024, con una guerra civil que intensificó la violencia. Pakistán sigue
siendo uno de los países del mundo más afectados por la violencia
anticristiana, en particular por acusaciones de presunta blasfemia, mientras
que India también informa de un deterioro de las libertades fundamentales de la
minoría cristiana.
Valerio Palombaro – Ciudad del Vaticano
Fuente: Vatican News