Miembros de las Iglesias Cristianas en Israel. Dominio público
Las autoridades
israelíes han ordenado a la población evacuar hacia el sur de la Franja de
Gaza, donde supuestamente estarían más seguros de los combates. Sin embargo, para
muchos refugiados, desplazarse en medio de los bombardeos y con
escasez de alimentos, agua y medicinas, equivale a una sentencia de
muerte.
Actualmente, alrededor de 550 cristianos —mitad
católicos y mitad ortodoxos— viven refugiados en la
parroquia católica de la Sagrada Familia,
además de más de 70 personas con discapacidad atendidas por las Hermanas
Misioneras de la Caridad. Otros 150 cristianos se encuentran en el
recinto ortodoxo de San Porfirio.
La parroquia de la Sagrada Familia se ha convertido en un refugio
vital: ofrece albergue, medicinas y asistencia a cientos de familias, y
además brinda apoyo a miles de personas fuera de su recinto que carecen de lo
más básico. Desde que comenzó la guerra, ha sido uno de los principales puntos
de ayuda para toda la población civil, sin distinción de credo.
«Al igual que otros habitantes de Gaza, los refugiados que viven
en estos recintos tendrán que decidir según su conciencia. Muchos están
debilitados y desnutridos tras meses de penurias, y salir sería imposible para
ellos. Por eso el clero y las religiosas han decidido
permanecer y cuidar de todos quienes sigan en los recintos»,
señalaron los Patriarcas Pierbattista Pizzaballa y Teófilo III.
Los Patriarcas hicieron un urgente llamado a poner fin a la
espiral de violencia:
«No puede haber futuro basado en el cautiverio, el
desplazamiento o la venganza. Es hora de sanar a las familias que sufren en
todos los lados».
Fuente: ACN/InfoCatólica