HOY, EL RETO DEL AMOR ES OBSEQUIAR A UN HERMANO CON ALGO QUE, LE DESCUBRA MI AMOR POR ÉL

“Amaos unos a otros”

Dominicas de Lerma

Buenos días, hoy Matilde nos lleva al Señor, que pases un feliz día.

Hay una costumbre laudable en el monasterio y ésta es que, el día primero de año, rifamos entre nosotras, una “compañera de oraciones”. Nos comprometemos, ante el Señor, a cuidar de ella con nuestra oración, y si procede, con gestos de caridad. Y, uno de estos gestos es ir preparando regalitos que hacemos a mano u otras cosas que le sean útiles o, que le hagan ilusión.

Este trabajo, a mí me resulta muy emocionante porque pone en marcha mi creatividad, cargada de amor. ¡Pues, en estos días, llega el cumpleaños de mi compañera!... He estado envolviendo todo con papel regalo y, me emociona en cada cosa, la ilusión que le hará al desenvolverlo ese día. ¡Pero, ah, todo es fantástico y se acaba en un día y!. Y, después, sólo queda la oración secreta y silenciosa...

Mas, los hijos de Dios hacemos todo con proyección de eternidad, así que, estas cosas “acaban bien” y, no en una frustración infantil.

Jesús, al hacerse hombre, trajo bajo el brazo un sin fin de dones y regalos, que, por ser de Él, son divinos: La gracia; La esperanza en nuestra resurrección junto a la suya; Nuestra plenitud en una eternidad contemplando cara a cara el Rostro adorable de Nuestro Señor y Dios, Jesucristo; Una constancia de gozo en el amor, ya sin vuelta atrás y, Una alegría desbordante que, no puede ser mayor. Ya lo dijo san Pablo a sus fieles de Corinto, (I Cor. 2,9): “Ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni nadie puede pensar lo que Dios ha preparado para los que lo aman”.

Así que, todos los regalos, Jesús los trajo para nosotros y, después de sus promesas, nos dejó la esperanza de gozarlos en Él y para Él. Y, esta esperanza no defrauda porque no cabe en nuestra pequeña cabeza ni en nuestros grandes deseos, ¡va más allá!

Pienso que, debemos de seguir practicando esta costumbre de regalar estos presentes que, van cargados de amor.

Hoy, el reto del amor es obsequiar a un hermano con algo que, le descubra mi amor por él.

VIVE DE CRISTO.

¡Feliz día!

26 agosto 2025

Fuente: Dominicas de Lerma