CINCO AÑOS DESPUÉS DE LA EXPLOSIÓN DE BEIRUT, EL PAPA EXPRESA SU CERCANÍA

En agosto de 2024 Francisco se reunió con las familias y pidió justicia. El esclarecimiento de los hechos todavía se encuentra en fase de investigación
Explosión en el puerto de Beirut el 4 de agosto de 2020.
Foto: EFE. Dominio público 

Se cumplen cinco años de la explosión en el puerto de Beirut, el 4 de agosto de 2020, que dejó 245 muertos y 6.000 heridos. 

El Papa León XIV, en un mensaje firmado por el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, asegura que las lágrimas de Cristo «se unen a las nuestras ante la pérdida y el sufrimiento de nuestros seres queridos». Y añade que «la muerte no tiene ni tendrá nunca la última palabra», asegurando al pueblo libanés su afecto y el de toda la Iglesia.

El Papa «quiere expresar una vez más su compasión a todos aquellos cuyos corazones están heridos o que lo han perdido todo a causa de esta catástrofe. El amado y sufriente Líbano permanece en el centro de las oraciones», reza el mensaje. Dicho texto fue leído la noche del domingo, 3 de agosto, en la vigilia que tuvo lugar en Beirut presidida por el nuncio Paolo Borgia, «un momento profundamente conmovedor», como aseguró a medios vaticanos. Tuvo lugar en Karantine, en la plaza frente a la iglesia de Notre-Dame de la Délivrance, una de las zonas más afectadas cerca del puerto, donde se concentraron el mayor número de operaciones de rescate en las horas posteriores a la explosión.

«Hubo un momento de oración, durante el cual se reunieron los familiares de las víctimas y los heridos. A continuación, se escucharon varios testimonios y se realizó una marcha silenciosa hacia un jardín en la carretera del puerto, donde en los últimos días se plantaron 75 árboles con los nombres de las víctimas. Se plantarán más próximamente», explicó Borgia. Además, el ministro de Cultura anunció la inscripción del silo que explotó el 4 de agosto entre los monumentos históricos del país.

«Las heridas que quedan de esta trágica explosión son profundas», constató el nuncio. «Los 6.500 heridos fueron trasladados a diversos hospitales de Beirut; la confusión y las muertes en las calles aún están grabadas en la memoria de los libaneses».

Borgia recordó en la conversación un encuentro el año pasado del Papa Francisco con los familiares, donde pidió la justicia que las familias llevan cinco años reclamando, y lo tildó de asunto «complejo y delicado». Es cierto, corroboró el nuncio. «Pesan intereses contrapuestos, pero la verdad y la justicia deben prevalecer sobre todo lo demás. Hoy, sin embargo, hay algo más de esperanza; se están logrando avances en la fase de investigación». Que se encuentra en fase preliminar, ya que las muertes carecen todavía de explicación.

Fuente: Alfa y Omega