TERREMOTO EN LA ONU: UN ALTO CARGO ARREMETE CONTRA LA IDEOLOGÍA DE GÉNERO Y DENUNCIA SUS EXCESOS

Ya surgen voces discordantes incluso entre altos cargos de Naciones Unidas

Reem Alsalem

En la ONU se comienzan a percibir movimientos que dejan entrever un cambio de tendencia ante la tiranía que durante los últimos años ha traído consigo la ideología de género. Ya surgen voces discordantes incluso entre altos cargos de Naciones Unidas. Es el caso de Reem Alsalem, relatora especial de la ONU sobre la violencia contra las mujeres y las niñas.

Tal y como recoge C-FAM, organización Profamilia que hace una importante labor en la ONU, Alsalem instó a los gobiernos a definir el género con base al sexo biológico de las personas y pidió dejar de usar el lenguaje neutro para referirse a personas. “No se puede proteger lo que no se puede definir”, aseguró.

En este sentido, señaló en la presentación de un informe sobre la violencia contra las mujeres en la 59ª sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU: “Nunca imaginé que llegaría el día en que el mandato consideraría necesario preparar un informe afirmando que las palabras ‘mujeres’ y ‘niñas’ se refieren a categorías biológicas y jurídicas distintas”.

Alsalem dijo que el tema de su informe provocó “reacciones viscerales” y que gobiernos poderosos y agencias de la ONU intentaron desacreditarla.

El informe sobre las protecciones basadas en el sexo para las mujeres en el derecho internacional representa el mayor golpe a la ideología de género desde que el concepto de "género" se incorporó por primera vez a las políticas de la ONU. El informe afirma que la ideología de género viola el derecho internacional y perjudica a las mujeres y las niñas. También denuncia a los gobiernos por intentar eliminar las referencias a "madres", "mujeres" y "niñas" en políticas y programas.

Alsalem instó a los gobiernos a preservar las categorías basadas en el sexo en el lenguaje, las políticas y los datos. Afirmó que no hacerlo tiene consecuencias devastadoras para las mujeres, ya que lleva a los gobiernos a ignorar sus vulnerabilidades únicas y las expone a una mayor violencia y discriminación.

“Borrar a las mujeres, así como su lenguaje y necesidades específicas en función de su sexo, no solo es incorrecto. Es degradante. Es regresivo y constituye una de las peores formas de violencia que pueden sufrir las mujeres y las niñas”, afirmó Alsalem.

Los términos neutrales en cuanto al género promovidos por gobiernos occidentales y agencias de la ONU en los últimos años incluyen referirse a las madres como "personas embarazadas o en proceso de parto" y a las mujeres como "personas que sufren hemorragias" y "personas que menstrúan".

Alsalem explicó que el derecho internacional protege a las mujeres en función de su sexo biológico, no de su autoidentificación subjetiva, y que la "identidad de género" no es una categoría legal protegida. Afirmó que las mujeres tienen derecho a protecciones específicas contra la violencia, incluyendo espacios exclusivos para mujeres, y que las personas que se autoidentifican subjetivamente como transgénero no tienen derecho a estas mismas protecciones basadas en su autoidentificación subjetiva.

El área más importante de las políticas y programas de la ONU donde la ideología de género ha tenido un impacto es la violencia contra las mujeres y las niñas. Tras descartar décadas de leyes y políticas basadas en el sexo para proteger a las mujeres, durante las últimas dos décadas los gobiernos occidentales han promovido la nueva categoría de violencia de género, que no está contemplada en ningún tratado de la ONU. Estas políticas confunden el género con las cuestiones LGBT, diluyendo así el enfoque en las mujeres .

La Unión Europea le indicó a Alsalem que el enfoque de género era obligatorio según el derecho internacional. Suiza y los Países Bajos calificaron el enfoque de Alsalem de regresivo. Colombia, en representación de 37 países, principalmente de Europa y Latinoamérica, le dijo a Alsalem que su enfoque representaba un retroceso en materia de derechos humanos.

Canadá afirmó que “el género es una construcción social, no se limita a la anatomía, y es vital para comprender cómo la discriminación y la violencia operan en diversos contextos”. Alemania afirmó que “las clasificaciones binarias y la terminología excluyente pueden marginar a grupos como las personas LGBTQI+, las trabajadoras sexuales, las personas con discapacidad y las personas en situación de calle”.

Las principales agencias de la ONU, como ONU Mujeres, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), la OMS y UNICEF, también rechazaron las recomendaciones de Alsalem. Afirmaron que el derecho internacional exige políticas y programas neutrales en materia de género contra la violencia de género.

Alsalem replicó a sus críticos. Afirmó que el sexo biológico no era un tabú ni un concepto anticuado, sino un aspecto innato, inmutable y fundamental de la existencia humana, tanto para las mujeres como para los hombres. La Santa Sede, Kuwait, Côte d'Ivoire, Burkina Faso y Sudán expresaron su apoyo a Alsalem.

Fuente: ReligiónenLibertad