“Más que un proyecto, es una realidad que ofrece una respuesta al contexto histórico y social en el que nos encontramos”
![]() |
El sacerdote Florentino Pérez Vaquero/Crédito: Daniel Ibaéz/EWTN News |
Las vocaciones
al sacerdocio en España ya no están en caída libre. Al menos, eso reflejan los
últimos datos sobre el número de seminaristas que maneja la Subcomisión para
los Seminarios de la Conferencia Episcopal Española (CEE).
Tras tres años
consecutivos de descenso, en el curso 2024-2025 se están formando 1.036
seminaristas, frente a los 956 del año anterior.
Parte del
secreto de este incremento del 8,37 % lo tiene el sacerdote Florentino Pérez
Vaquero (1982) que desde julio del 2024 coordina un proyecto para renovar la
pastoral vocacional desde la CEE.
“Más que un
proyecto, es una realidad que ofrece una respuesta al contexto histórico y
social en el que nos encontramos”, precisa en una entrevista con ACI Prensa.
Sacerdotes
felices
Hoy jueves le contará los detalles al Papa León
XIV en el encuentro internacional con el título ‘Sacerdotes
felices’ promovido por el Dicasterio del Clero. El evento se
llevará a cabo en un auditorio a pocos metros del Vaticano, en el marco del
Jubileo del Clero que se celebra esta semana.
Su ponencia
será una de las cinco propuestas de buenas prácticas de pastoral vocacional. Se
centrará, por un lado, en el modelo de “seminario en familia” que ya se está
llevando a cabo en España y que consiste en un acompañamiento vocacional desde
edades tempranas, pero sin internarse en una comunidad eclesial aislada.
“A partir de
los 12 o 13 años se plantea de forma explícita la vocación sacerdotal a los
niños y adolescentes, pero en un proceso de acompañamiento familiar. Además, se
tiene un contacto muy estrecho con la parroquia de origen y con el centro
educativo donde se forman académicamente”, señala el P. Pérez.
Estos jóvenes
seminaristas viven en sus casas y siguen asistiendo a sus colegios, y durante
los fines de semana participan en actividades comunitarias de formación,
oración y discernimiento.
El P.
Florentino Pérez le explicará mañana al Papa el secreto español para remontar
las vocaciones sacerdotales. Tras tres años en descenso, los seminaristas
superaron por primera vez el millar en el curso 2024-2025.
"A las
familias les cuesta desprenderse de sus hijos"
El modelo,
explicó, busca responder a nuevas realidades familiares y sociales: “Hoy en
día, sobre todo cuando hablamos de menores de edad, tocamos un tema complejo. A
las familias les cuesta mucho desprenderse de sus hijos y hemos visto que no es
incompatible llevar a cabo un proceso vocacional junto con la familia”.
Además, este
nuevo sistema responde también a un cambio cultural y afectivo. El Concilio de
Trento, en el siglo XVI, decretó la creación de seminarios en cada diócesis
para la formación de sacerdotes. Una propuesta hoy relegada también por la
realidad económica de las diócesis que se ven incapacitadas para hacer frente
al gasto que supone mantener las clases dentro del seminario.
“Económicamente
es una inversión muy fuerte que no todas las diócesis pueden mantener en el
tiempo. En la Iglesia las formas del pasado que han servido en otros tiempos no
se adaptan a la realidad social actual”, asegura el P. Pérez.
El sacerdote de
Zamora (España) se refiere en concreto a la llamada “generación alfa”, es
decir, los adolescentes nacidos a partir de 2010 que han vivido inmersos desde
recién nacidos en la era digital. “Esto marca los esquemas psicológicos,
relacionales, de pensamiento de los propios niños”, asegura.
A esto se suma
la profunda transformación demográfica que ha atravesado España en los últimos
años, marcada por el envejecimiento poblacional y baja natalidad: “Cada vez
constatamos que en nuestras comunidades cristianas hay menos niños, menos
jóvenes”.
Seminarios
interdiocesanos
Frente a la
escasez de vocaciones en muchas diócesis pequeñas, España está viviendo una
transformación estructural que permite formar seminaristas de distintas
diócesis “en un mismo proyecto educativo, de forma muy sinodal y en comunión”.
Son los seminarios interdiocesanos. Por ejemplo, en Madrid se acogen también a
seminaristas provenientes de la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara; y, en
Valencia, a los seminaristas de Ibiza y Menorca.
En este
contexto, insiste en una vocación sacerdotal entendida como respuesta gozosa y
alternativa en un mundo marcado por la fragmentación y el narcisismo.
“La vocación
sacerdotal se presenta un poco como una opción de vida contracorriente. Es un
estilo de vida alternativo, contrario al estilo de vida que se promueve en un
mundo marcado por el individualismo, el materialismo, la incapacidad de donarse
a sí mismo”, asegura.
Como señaló el
Papa León XIV durante su encuentro de ayer con jóvenes seminaristas de 57
países, es muy importante formar en la afectividad: “En los seminarios se
necesita una madurez afectiva que permita al sacerdote dar respuesta a los
retos del mundo actual”, añade.
Más laicos y
mujeres en la formación de sacerdotes
En línea con
las orientaciones del Sínodo de la Sinodalidad y la Ratio
Fundamentalis Institutionis Sacerdotalis del 2016, este modelo
formativo apuesta por una participación amplia de laicos, mujeres y
consagrados: “Un cura se hace sacerdote en las relaciones. Por eso es tan
importante que dentro del proceso formativo participen personas con las que van
a estar en constante contacto en su ámbito pastoral”.
De hecho, el P.
Pérez insiste en que la formación no puede ser un proceso cerrado, clerical y
aislado, sino abierto y plural: “Cuando los seminaristas se forman en esta
experiencia de comunión, después aprenden también a trabajar desde la comunión
de la Iglesia, en equipo, en comunión con otras vocaciones y carismas”.
Por Victoria Cardiel
Fuente: ACI Prensa