En un mensaje en sus redes sociales, el presidente de la Conferencia Episcopal Española ha advertido sobre una visión reducida de la corrupción centrada únicamente en lo político, olvidando la corrupción antropológica
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Mons. Luis Argüello. Dominio público |
En un
mensaje en su cuenta de X (antiguo Twitter), el también arzobispo de Valladolid
ha insistido en que "la corrupción
no es un acto, sino una condición, un estado personal y social en el que uno se
acostumbra a vivir".
Argüello
sostiene que existe un fuerte rechazo social hacia la corrupción política,
manifestada en escándalos de partidos y cargos públicos, si bien alerta de que nuestra sociedad ha comenzado a tolerar
otras formas de deterioro moral que afectan a la propia concepción del ser
humano.
El
presidente del episcopado español no se limita a señalar los fallos
institucionales o el mal uso de los recursos públicos, sino que invita ir más
allá, en la que cuestionemos una forma
de vida que naturaliza comportamientos alejados de la verdad sobre la persona.
“Hay un fuerte rechazo social de la corrupción política, pero
se acepta la antropológica"
En este
sentido, Luis Argüello critica lo que denomina “corrupción
antropológica”, expresada, a su juicio, en la separación
entre sexo y género. Según el presidente de la Conferencia Episcopal, esta
división rompe con la unidad del ser humano y con el sentido originario de la
sexualidad, que vincula amor y procreación.
“Hay un
fuerte rechazo social de la corrupción política, pero se acepta la antropológica:
separación entre sexo y género, ruptura entre
sexualidad, amor y procreación”, ha subrayado en su mensaje publicado
este domingo 29 de junio.
No es la
primera vez que Luis Argüello argumenta que esta ruptura ha generado una visión individualista y utilitarista
del cuerpo, del amor y de las relaciones humanas, lo que a su vez altera
nuestro sistema de valores y la convivencia.
José Melero Campos
Fuente: ECCLESIA