LA VOCACIÓN DE UN SEMINARISTA DE DENVER NACIÓ EN MADRID CON LA APARICIÓN SORPRESIVA DE UN VIEJO CURA

Denver es una de las diócesis de Estados Unidos con mayor proporción de seminaristas. 
Los nuevos seminaristas de Denver y quienes tal vez
lo sean en un futuro. 
enver Catholic. Dominio público.

Su arzobispo desde 2013, Samuel Aquila (quien cumplirá el 24 de septiembre 75 años y deberá presentar al Papa su dimisión por edad), es uno de los principales líderes del catolicismo norteamericano. El horror de asistir como enfermero -aunque pasivamente- a dos abortos provocados le convirtió en militantemente provida y reavivó su fe y su vocación posterior. 

Y también como obispo se ha erigido en defensor de la familia (es célebre su pastoral El esplendor del amor, basada en la encíclica Humanae Vitae de Pablo VI) y en severo crítico de la degradación espiritual y moral contemporánea y su influjo en la Iglesia.

Una de las más recientes iniciativas del arzobispado de Denver fue la campaña Llamados por su nombre, realizada en colaboración con Vianney Vocations, una organización fundada en 2009 que actualmente ayuda a nueve diócesis a suscitar y apoyar nuevas vocaciones sacerdotales

La campaña se lanzó en mayo y consistía en que, a lo largo de un mes, los fieles de las distintas parroquias enviasen al obispado los nombres de jóvenes entre 15 y 35 años a quienes consideraban con cualidades óptimas para el sacerdocio. Posteriormente el obispo les escribía una carta informándoles de que habían sido mencionados, invitándoles a recibir información sobre la pastoral vocacional y a participar en alguna de sus actividades.

La finalidad de la iniciativa es normalizar la idea de la vocación y suscitar la pregunta en jóvenes juzgados aptos para ella por quienes les conocen en sus parroquias.

El resultado fue más que positivo. Se recibieron 900 nombres, y tras recibir la carta y contactar con los responsables diocesanos, 70 de ellos participaron en un retiro en el seminario para un primer discernimiento. Lo compartieron con los 23 seminaristas de primer año que comienzan ahora en septiembre su preparación en el seminario diocesano San Juan María Vianney (el Cura de Ars). 

Es una cifra récord, que casi dobla la del año pasado. La evolución de las vocaciones en el territorio de monseñor Aquila es espectacular: el total de seminaristas este año es de 90, un 38% más que los 65 de 2024 y un 60% más que los 56 de 2023.

"¡Tú! Ven aquí"

Entre los 'novatos' de este curso figura Luke Yanoshak, un joven de Pensilvania con una historia sorprendente que contar que tiene su origen en Madrid

Aunque se formó como católico, Luke se alejó de la Iglesia en universidad, hasta que unos problemas de salud que sufrió durante una estancia de seis meses en el extranjero, en España, le devolvieron a la oración: "Estaba totalmente solo, no tenía nadie a quien dirigirme, salvo el Señor", compartió el pasado sábado, según recoge Denver Catholic, "así que cedí y recé. Lo primero que sentí es que Él impulsaba mi corazón a ir a misa al día siguiente".

Lo cumplió acudiendo por la mañana a la catedral de La Almudena, y tras la misa empezó a recorrer el templo para conocerlo.

"De repente, una puerta se abrió y emergió de ella un mechón de pelo blanco", continúa la narración: "El anciano sacerdote al que pertenecía le miró directamente, le señaló y le dijo: '¡Tú! Ven aquí'. La confesión por sorpresa que siguió fue un momento providencial de gracia para Yanoshak, porque se quitó 'un gran peso' de los hombros y recibió del experimentado confesor un consejo sobrenaturalmente eficaz. 'El Señor te llama para que vuelvas. El Señor te pide que seas de nuevo un hijo amado'".

Luke siguió el consejo. Animado por la misericordia recibida, cuando regresó al campus para el último año de sus estudios empezó a luchar diariamente por su conversión: “Esta vez me sentía mucho más cerca de Dios y empecé a confesarme más a menudo. Durante todo mi último año dos lados de mi corazón lucharon entre sí, pero sentí una llamada a luchar por estar cerca de Dios, a luchar contra el pecado".

Tras graduarse en Ingeniería Mecánica, se mudó a Denver para un trabajo como ingeniero de sistemas en Lockheed Martin Space.

"Señor, muéstrame cómo amarte"

Volvió a encontrarse solo hasta que topó con un antiguo amigo, un católico practicante que le fue a visitar junto con otros amigos de parecidas convicciones. 

Su alegría y su celo por las cosas de Dios le impactaron: "Era la primera vez en mi vida que me encontraba con gente de mi edad tan entregada a Jesús, a sus sacramentos y a su amor. Era algo totalmente nuevo para mí, porque antes pensaba que era cosa de viejos... Comprendí que ellos tenían un trozo de Verdad que yo no tenía, y que necesitaba".

Ese ejemplo le llevó a rezar de nuevo a Dios pidiéndole algo muy concreto: "Señor, muéstrame cómo amarte". Reiterando a lo largo de los meses posteriores en esa jaculatoria, y profundizando en esas nuevas amistades, llegó un momento en el que apareció de nuevo una llamada que había sentido por primera vez cuando era niño, en el colegio.

Ahora, los temores que le agobiaron durante años, de vivir una vida "miserable y vacía", han desaparecido: "Me siento en la mejor versión de mí mismo, porque Dios me llena". Y espera seguir creciendo en ese amor durante el seminario que ahora comienza. 

Ese pensamiento disipó sus últimas dudas: "Voy a aprender a amar a Dios como Él quiere que lo haga. Esa esperanza tengo. La respuesta a todas mis oraciones es el amor de Dios. Si aprendo a amar a Dios, todo lo demás vendrá detrás".

C. L.

Fuente: ReL