Jesús es el Buen Pastor, y el Papa está llamado por el Espíritu Santo a pastorear el rebaño de Jesús. El pueblo de Dios no es el rebaño del Papa, sino de Jesús
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Fr. Lawrence OP | Flickr | CC BY-NC-ND 2.0 |
Aunque al Papa
se le llama a menudo pastor, es importante señalar que no es el "Buen
Pastor" y que el rebaño que cuida no es el suyo.
Los Papas son
pastores solo en la medida en que dejan que Jesús, el Buen Pastor, guíe a su
rebaño a través de ellos, como instrumento del Buen Pastor.
El Papa
Benedicto XVI lo señaló en una homilía para la ordenación de sacerdotes en
el Domingo del Buen Pastor de 2006.
"Jesús
proclama ahora que ha llegado ese momento: Él mismo es el Buen Pastor, por
medio del cual Dios mismo cuida de su criatura, el hombre, reuniendo a los
seres humanos y conduciéndolos al verdadero pasto.
San Pedro, a
quien el Señor resucitado encargó que cuidara de sus ovejas, que se hiciera
pastor con Él y para Él, describió a Jesús como el "archipoimen" -
"Pastor principal"- (cf. I
Pe 5, 4), y con ello quiso decir que solo es posible ser pastor del rebaño
de Jesucristo a través de Él y en comunión muy estrecha con Él".
Además, cuando
Jesús le pidió a Pedro que fuera pastor, le dijo: "Apacienta mis
ovejas".
Pastor según
el corazón de Jesús
San Juan Pablo
II escribió una exhortación apostólica sobre el sacerdocio y la
llamada a ser pastor. Comienza citando el libro de Jeremías: "Os daré
pastores según mi corazón" (Jeremías
3, 15).
A continuación,
dedica toda la exhortación a desarrollar este sencillo principio, subrayando la
importancia de que los sacerdotes sean pastores según el corazón de Jesús:
"Dios
promete a la Iglesia no cualquier clase de pastores, sino pastores 'según su
corazón'. Y el 'corazón' de Dios se nos ha revelado plenamente en el corazón de
Cristo, el Buen Pastor. El corazón de Cristo sigue hoy compadeciéndose de las
multitudes y dándoles el pan de la verdad, el pan del amor, el pan de la vida
(cf. Mc 6,30ss.), y suplica que se le deje latir en otros
corazones: los corazones de los sacerdotes: 'Dadles vosotros de comer' (Mc 6,37)".
Además, san Juan Pablo II ofrece varias
características de este tipo de corazón:
"La gente
necesita salir del anonimato y del miedo. Necesitan ser conocidas y llamadas
por su nombre, caminar seguras por los caminos de la vida, ser reencontradas si
se han perdido, ser amadas, recibir la salvación como don supremo del amor de
Dios. Todo esto lo hace Jesús, el Buen Pastor - por sí mismo y por sus
sacerdotes con él".
Reza para que
el Papa León XIV sea un pastor según el corazón de Jesús.
Philip Kosloski
Fuente: Aleteia