La devoción a la rosa blanca venía de lejos en la Iglesia
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Una de las imágenes
imborrables del entierro del Papa Francisco será el
momento en el que los portadores del féretro se detuvieron ante la capilla de
la Virgen Salus populi romani en la Basílica de Santa
María La Mayor ante la cual había rezado en tantas ocasiones el Papa.
En ese momento las cámaras mostraron a unos niños que se acercaban al altar de
la Virgen y depositaban unos hermosos ramos de rosas blancas.
El momento en
el que se procedió a la exhumación del cadáver en el sepulcro preparado para el
Papa no se retransmitió por la televisión y quedó reservado para la
intimidad del personal que se encontraba en el interior de la
Basílica.
Pronto se
difundieron las primeras imágenes de la tumba ya cerrada del Papa Francisco
situada en un lugar discreto en un lateral de la Basílica. En la foto
observamos una pequeña losa con la inscripción Franciscus,
en la pared el crucifijo en reproducción grande igual que el que colgaba
como pectoral del Papa. Junto a la austeridad del sepulcro, un
detalle llamaba la atención: una humilde rosa blanca depositada
sobre la losa como signo de cariño y oración por el Papa difunto.
El Papa había
comentado en repetidas ocasiones que cuando tenía alguna intención especial se
la encomendaba a la santa de Lisieux. Ella, como signo de que hacía
suya esta intención, le solía enviar una rosa blanca.
La devoción
a la rosa blanca venía de lejos en la Iglesia. Era el 3 de diciembre
de 1925 cuando el padre jesuita Putigan comenzó una novena
para pedir una gracia importante. Pidió una señal para saber si había sido
escuchado. Deseaba recibir una rosa como don. A pesar de que no había hablado
con nadie sobre la novena ni mucho menos sobre los particulares de lo que le
pidió a la santa, al tercer día recibió la rosa que había pedido y, por lo
tanto, la gracia. Comenzó otra novena. Al cuarto día de esta segunda novena,
una monja enfermera le llevó una rosa blanca y le dijo: "Santa Teresa le
manda esta rosa". Entonces el jesuita tomó la decisión de difundir
la novena "milagrosa" "de las rosas", que desde
entonces se difundió por todo el mundo.
Era conocido
que siendo cardenal de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, tenía en su biblioteca
particular de Buenos Aires un jarrón repleto de rosas blancas frente
a una imagen de Santa Teresita.
Al inicio de su
pontificado, en septiembre de 2013, también recibió una de estas señales. Tras
convocar una vigilia de oración en la Plaza San Pedro para pedir por la
paz en Siria, alguien le obsequió una rosa blanca recogida en los Jardines
Vaticanos.
¿En cuántas
ocasiones el Papa Francisco recibió a lo largo de estos años el obsequio de una
rosa blanca de parte de Santa Teresita?
El mismo gesto
se repitió en sus últimos días. Tras su hospitalización en el Policlínico
Gemelli por una pulmonía bilateral, Francisco recibió una rosa blanca
enviada desde Lisieux. La colocó en su mesita de noche, como una señal de
que Santa Teresita seguía a su lado hasta el final.
Teresita del
Niño Jesús, a la que tanto quería el Papa Francisco y llamaba “mi amiga”,
ha dejado una impronta definitiva en su Pontificado marcado por la Misericordia y
por la invitación a imitar a los que siguen el camino de Teresita, “los
santos de la puerta de al lado”.
Para siempre
quedará el bellísimo mensaje de Francisco en su exhortación apostólica C´est la confiance dedicada
a la confianza en el Amor Misericordioso del Señor en Teresita de
Lisieux con motivo de los 150 años de su nacimiento.
Pero de una
manera particular el sello de Teresita en el Magisterio del Papa Francisco ha
quedado plasmado en su última encíclica Dilexit nos al
considerarla como una de las referencias más importantes y necesarias para
comprender hoy el amor humano y divino del Corazón de Jesús.
La humilde rosa
blanca junto al sepulcro del Papa parece un signo del cielo, de cariño de
Teresita, que agradece a Francisco su particular devoción y trabajo por dar a
conocer su doctrina de la confianza, el abandono en el Amor
Misericordioso del Señor.
José María Alsina
Fuente: ReligiónenLibertad
