"Nunca se expuso al peligro", asegura el médico, antes de añadir en el Corriere : "Hoy tengo la clara sensación de que sintió la necesidad de hacer una serie de cosas antes de morir"
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© Antoine Mekary | ALETEIA |
En la prensa
italiana, el doctor Sergio Alfieri, quien fue uno de los médicos del Papa
Francisco hasta su muerte, habló sobre las circunstancias de la muerte del
pontífice argentino, ocurrida a las 7:34 de este lunes. Explica que no hubiera
sido oportuno hospitalizar con urgencia al Papa: "Corríamos el riesgo de
que muriera en el transporte".
El Santo Padre
está muy enfermo. Tenemos que volver a Gemelli. El lunes, a las 5:30 horas, el
doctor Sergio Alfieri fue despertado por una llamada telefónica del Vaticano.
Al otro lado de la línea estaba Massimiliano Strappeti, enfermero personal del
pontífice argentino, quien lo cuidó hasta el final.
Unos minutos
antes, informa La Repubblica, el Papa se había despertado para
tomar un vaso de agua. “Se giró de lado y la enfermera se dio cuenta de que
algo no iba bien”, explica Sergio Alfieri.
Al llegar unos
veinte minutos después a la residencia Santa Marta del Vaticano, el profesor
descubrió al Papa Francisco con los "ojos abiertos". "Me di
cuenta de que no tenía problemas respiratorios", declaró al Corriere dalle Sera el hombre que coordinó el
equipo médico que rodeó al Papa en el Policlínico Gemelli entre febrero y
marzo.
"Intenté
llamarlo, pero no contestó. No respondía a los estímulos, ni siquiera a los
dolorosos", explica el médico italiano. El Papa acababa de entrar en coma.
"No había nada más que hacer", asegura Alfieri.
En La
Repubblica, declaró: "Su pulso se ralentizaba y su respiración se
hacía cada vez más superficial. Murió sin sufrimiento y en su casa". La
cuestión de llevar al Papa al hospital había sido descartada. Por un lado, dice
el médico, "corrimos el riesgo de matarlo durante el transporte". Por
otra parte, el Papa había hecho saber que deseaba "morir en casa".
Asimismo, había pedido no ser intubado.
Tras su muerte,
entre los que llegaron al apartamento de Francisco, el cardenal secretario de
Estado, Pietro Parolin, el "número 2" de la Santa Sede, sugirió rezar
un rosario en torno al difunto Papa.
El Papa
sintió la necesidad de realizar cosas antes de morir
El médico del
Papa informó a la prensa italiana que Francisco seguía sintiéndose "muy
bien" el sábado. "He vuelto a trabajar, estoy bien", le dijo el
Papa en la víspera del Domingo de Pascua.
Sergio Alfieri
había prescrito dos meses de convalecencia para el Pontífice tras su regreso al
Vaticano el 23 de marzo. Pero Francisco había reanudado algunas de sus
actividades. Él es el Papa. Volver al trabajo fue parte de la terapia.
"Nunca se
expuso al peligro", asegura el médico, antes de añadir en el Corriere :
"Hoy tengo la clara sensación de que sintió la necesidad de hacer una
serie de cosas antes de morir".
Unos días antes
de su muerte, el Papa había ido a Santa María la Mayor a rezar. También había
hecho algunas salidas improvisadas a la Basílica de San Pedro. El jueves 17 de
abril, cuatro días antes de su muerte, acudió a la
prisión romana de Regina Coeli para reunirse con 70 reclusos. En La
Repubblica , Sergio Alfieri confesó que en su última charla con el
Papa, Francisco le había expresado su dolor "por no haber lavado los pies
a los presos: esta vez no lo he conseguido".
I. Media