La Plaza de Cibeles de Madrid ha vibrado este domingo noche para celebrar el mayor acontecimiento de la historia de la humanidad: que Cristo vive
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El Debate |
Si en algo
insistió el Papa Francisco es en la importancia de la alegría.
La llegó a definir en alguna ocasión como «la respiración del
cristiano». Y es lo que desprendieron las más de 85.000 personas, de niños
a mayores, jóvenes y familias enteras, que se reunieron este sábado en la Plaza
de Cibeles de Madrid acudiendo a la llamada de la ACdP, que organizó esta tarde
la tercera edición de la Fiesta de la
Resurrección para celebrar el acontecimiento más importante de
la historia de la humanidad: que Cristo resucitó y vive.
Este año la
fiesta, que batió récords de asistencia de las dos ediciones anteriores, se
convirtió en todo un gran acto de oración por el Santo Padre,
fallecido el pasado lunes. Al inicio del acto tuvo unas palabras en su recuerdo
el presidente de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) y de El
Debate, Alfonso Bullón de Mendoza, que subrayó que se ha querido
celebrar esta fiesta «para
así rezar dos veces por su alma», incidiendo en la frase de San Agustín que
él repetía con frecuencia que dice que quien canta reza dos veces. Recordó que
en una audiencia privada en 2023, desde la ACdP le explicaron al Papa Francisco
su idea de hacer una gran fiesta para celebrar la Resurrección de Cristo y él
la recibió con un apoyo «entusiasta», y antes de la primera edición les envió
una carta en la que les decía: «Canten al Señor, que su gozo lo conozca todo el
mundo».
También
intervino monseñor José Antonio Álvarez, obispo auxiliar de Madrid,
que recordó las palabras del Santo Padre en el mensaje Urbi et Orbi el pasado
domingo: «Cristo ha resucitado. En este anuncio está contenido todo el sentido
de nuestra existencia, que no está hecha para la muerte, sino para la
vida. La Pascua es la fiesta de la vida. Dios nos ha creado para la
vida y quiere que la humanidad resucite». De ahí la idea de hacer una gran
fiesta para gritarlo a los cuatro vientos.
Por el
escenario, con Javi Nieves, el presentador de Cadena 100, de
maestro de ceremonias, fueron pasando los diferentes artistas que
se encargaron de animar a todos y alegrar con su música, haciendo vibrar el
centro de Madrid. Empezó Pablo del Prado, joven universitario,
ganador del concurso Música y Fe de la ACdP, que presentó su canción Toma
mi vida.
Tras él cantó
varios de sus temas Kike Pavón -autor de canciones como Paz en la
tormenta o Empezar de nuevo- que señaló la responsabilidad que tienen los
creyentes de transmitir la palabra de Dios en su caso con la
música. Destacó lo que a él le marcó el Papa Francisco y ánimo al público a
recordar que cada día es una nueva oportunidad.
DJ Pulpo, que
también estuvo presente en la edición del año anterior, amenizó la
tarde con canciones de ayer y de hoy, animando a jóvenes y mayores a
cantar y bailar al ritmo de Hombres G, Aitana, Queen, Morat, Nino Bravo...Entre
otras canciones sonó una que el público conocía bien, y la cantó: «...Pintarse
la cara color esperanza; tentar al futuro con el corazón...».
Un dúo esperado
por el público, sobre todo el más joven, era Cali
y el Dandee, formado por Alejandro y Mauricio y en los escenarios desde
2009, dos colombianos que aseguraron sentirse en Madrid como en casa. Cantaron
algunas de sus canciones más conocidas, como Yo te esperaré, Sola o Gol.
Otro de los
artistas invitados en esta tercera edición fue Beret. El público
coreó su Lo siento, o Si por mí fuera, especialmente
los más pequeños. Beret compartió su experiencia cantando delante del Papa
Francisco su tema 'Superhéroes' en el año 2023, un momento, afirmó, que va a
recordar toda la vida.
Más tarde fue
el turno de Hakuna, el grupo católico que se ha convertido desde
hace tiempo en todo un fenómeno musical que mueve masas, y al que esperaban los
asistentes con mucha emoción. Un grupo que además guarda una relación especial
con el Papa Francisco, puesto que su famoso Hagan lío les
impulsó. Familias
enteras y jóvenes gritaban sus canciones. «Enciéndeme y déjame arder donde
haga falta, enciéndeme y déjame ser tu luz», reza uno de sus temas más
clásicos. Todos bailaban con su Baila y déjate de historias y
saltaban cantando «...La misericordia ha entrado en esta casa...».
El broche final
a esta gran fiesta lo puso Siempre Así. Este grupo sevillano hizo
bailar a todos los asistentes con sus versiones y temas suyos como Alguien, que
dice así: «Alguien me ama, alguien me llama, para hacerme feliz, y yo le he
dicho que sí». Regalaron al público su versión de la tan célebre canción que
han cantado desde Frank Sinatra o Aretha Franklin a Julio Iglesias: A
mi manera.
La Salve
Rociera, dedicada a la Virgen, cerró este acto multitudinario que sirvió para
recordar y celebrar por todo lo alto que Cristo vive. Y como un
impulso para contagiar la alegría, que reside en esta certeza, al mundo entero.
Natalia Cristóbal
Fuente: El Debate