¿QUÉ DICE EL CATECISMO SOBRE LA VIRTUD DE LA ESPERANZA?

La esperanza cristiana es una virtud teologal que nos recuerda nuestro destino último de comunión con Dios por toda la eternidad. Veamos qué dice el Catecismo

asiandelight|Shutterstock

Tanto los cristianos como los no cristianos hablan con frecuencia de la esperanza, que tiene diversas definiciones. En la Iglesia católica, la esperanza es una virtud teologal y debería formar parte esencial de la vida espiritual de todos.

Virtud teologal

El Catecismo de la Iglesia Católica incluye la esperanza en su sección sobre las virtudes. Es una de las tres principales "virtudes teologales", junto con la fe y la caridad.

En particular, el Catecismo define la esperanza como "la virtud teologal por la que deseamos el reino de los cielos y la vida eterna como nuestra felicidad, poniendo nuestra confianza en las promesas de Cristo y contando no con nuestras propias fuerzas, sino con la ayuda de la gracia del Espíritu Santo" (CEC 1817).

El Catecismo también explica cómo la esperanza cristiana tiene un gran potencial para alejarnos del desánimo y los sentimientos de desesperación:

"La virtud de la esperanza responde a la aspiración a la felicidad que Dios ha puesto en el corazón de todo hombre; recoge las esperanzas que inspiran las actividades de los hombres y las purifica para ordenarlas al Reino de los cielos; aleja al hombre del desaliento; lo sostiene en los momentos de abandono; abre su corazón en la espera de la bienaventuranza eterna. Animado por la esperanza, es preservado del egoísmo y conducido a la felicidad que brota de la caridad".

- CEC 1818

Nuestro destino final

La esperanza cristiana nos orienta hacia nuestro destino final, el Cielo, confiando en las promesas de Dios a su pueblo:

"Por tanto, podemos esperar en la gloria del cielo prometida por Dios a los que le aman y cumplen su voluntad. En toda circunstancia, cada uno de nosotros debe esperar, con la gracia de Dios, perseverar "hasta el fin" y obtener la alegría del cielo, como recompensa eterna de Dios por las buenas obras realizadas con la gracia de Cristo".

- CEC 1821

Todos tenemos necesidad de esperanza, y si necesitamos crecer en esperanza, podemos pedir a la Virgen que interceda por nosotros y nos ayude a aumentar nuestra esperanza.

Philip Kosloski 

Fuente: Aleteia