El presidente de la Conferencia Episcopal Española ha pasado por los micrófonos de 'La Linterna de la Iglesia' tras la apertura del Congreso de Vocaciones: "Somos agraciados por un inmenso don, el don mismo de la vida"
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COPE |
El
presidente de la Conferencia Episcopal Española, Luis
Argüello, ha asegurado en 'La
Linterna de la Iglesia' que el Congreso
de Vocaciones es un motivo “de alegría”, ya que permite a los
bautizados caer en la cuenta de que “somos agraciados por un inmenso don, el
don mismo de la vida, y eso lleva consigo decir que Dios nos ama”.
Y es que como
ha recalcado el también arzobispo de Valladolid, “el ADN de la vida es
que es un don” que comparten todos los hombres y mujeres del mundo, lo
que ha permitido a muchos de ellos, opina, “descubrir una senda de plenitud”.
El Congreso de
Vocaciones, que se celebra este fin de semana bajo el lema '¿Para quién soy?',
contribuye a reforzar el sentido de la vocación en la propia Iglesia. Para
Argüello, esto puede lograrse siempre que se tenga claro que la
renovación eclesial “pasa por la fidelidad de la Iglesia a su vocación, que
luego debe vivirse en la vocación de cada uno”, ha subrayado.
De ahí, agrega
el presidente del episcopado español, que cada uno de los bautizados trate de
cultivar no solo la vocación propia, sino las demás: “Yo por ejemplo soy
ministro ordenado, pero no tengo que estar solo obsesionado por la gente que
viene al seminario, sino que me preocupa la vocación de los laicos, de
la vida consagrada, de las situaciones de pobreza, de que haya hombres y
mujeres que consagren su vida a estar cerca de los pobres, o qué decir de
la vocación al matrimonio, o personas que no se han casado y han vivido su
soltería que la relean y descubran que quizás haya un camino vocacional de
entrega a los demás”, ha planteado.
"EN EL
CORAZÓN DE LOS JÓVENES HAY UN DESEO DE PLENITUD”
Pero el camino
está lleno de piedras, especialmente para los jóvenes, que viven en medio
de una cultura que “hace elogio extraordinario de la autonomía, la
independencia, de los que hemos llamado en la Conferencia Episcopal
estos años la desvinculación, pero en el corazón de los jóvenes hay un deseo de
plenitud”, defiende Luis Argüello en 'La Linterna de la Iglesia'.
Un deseo de
plenitud, puntualiza el presidente de la Conferencia Episcopal, “con quien hay
que dialogar para desde el testimonio de vida hacer caer en la cuenta de que la
plenitud no surge de la autorreferencialidad, sino al contrario, surge cuanto
más ofrezcamos nuestra vida a los demás”.
Pero esa
entrega a los demás, recuerda Argüello, es difícil de realizar “si no tiene una
experiencia primero de ser amado”, y para adquirir esta experiencia de saberse
llamado “tiene que ponerse en la escucha y debe hacer un viaje interior
en el que aparecen estorbos”, ha alertado.
Fuente: ECCLESIA