LÍDER DE LA IGLESIA CATÓLICA EN UCRANIA: HE VISTO MILES DE CONVERSIONES EN ESTOS TRES AÑOS DE GUERRA

A pesar del dolor y la incertidumbre, el líder religioso destacó que la crisis ha sido también un tiempo de evangelización, pues las personas no sólo buscan seguridad, sino respuestas a las grandes preguntas de la vida

ACI Prensa

Su Beatitud Sviatoslav Shevchuk, Arzobispo Mayor de Kiev y líder de la Iglesia greco-católica ucraniana, afirmó que, a tres años de la invasión rusa, ha sido testigo no de cientos, sino de “miles de conversiones”.

En una entrevista con EWTN News In Depth, destacó el notable crecimiento de la Iglesia Católica en medio de la guerra iniciada el 24 de febrero de 2022: “En estos tres años, nuestra Iglesia ha florecido. Hemos pasado del 7.5 % de la población al 12 %”.

“Algunos han huido, pero otros han llegado, porque la Iglesia, lejos de ser una organización política, es una institución que proclama auténticamente el Evangelio de Jesucristo y da testimonio de la verdad del Dios vivo entre nosotros. Eso la ha convertido en un faro de esperanza, atrayendo a muchos”, sostuvo. 

Mons. Shevchuk también subrayó el compromiso de la Iglesia con la verdad y la justicia, incluso cuando su mensaje pueda incomodar a políticos o líderes internacionales. “A menudo debemos decir cosas que no son del agrado de quienes gobiernan. Pero hablamos en nombre de nuestro pueblo y llevamos la esperanza que brota de la gracia divina del Espíritu Santo”, afirmó.

La fe en medio del asedio

Desde el inicio del conflicto, la Iglesia ha sido un refugio para miles de personas que han encontrado en ella no solo protección física, sino también consuelo espiritual. “Nuestra catedral en Kiev se convirtió de inmediato en el refugio más conocido de la capital. Durante los primeros meses, cientos de personas vivieron en la cripta de la catedral, sin posibilidad de regresar a sus apartamentos”, explicó Shevchuk.

A pesar del dolor y la incertidumbre, el líder religioso destacó que la crisis ha sido también un tiempo de evangelización, pues las personas no sólo buscan seguridad, sino respuestas a las grandes preguntas de la vida.

“Se hacen preguntas difíciles: ‘¿Por qué nos está pasando esto? ¿Dónde está Dios?’. Y este ha sido un momento único para la Iglesia, para dar testimonio de Cristo y ser mediadores de un encuentro personal con el Cristo vivo entre nosotros”, sostuvo.

El Arzobispo Shevchuk también aprovechó para enviar un mensaje de esperanza al mundo: “Les traemos buenas noticias desde Ucrania: estamos vivos y queremos compartir con ustedes nuestra fe en Dios y nuestra esperanza”.

Niños secuestrados y prisioneros de guerra

El Arzobispo también denunció la situación de decenas de miles de niños secuestrados por Rusia. “Conocemos historias muy dramáticas. Estos niños han sido golpeados e incluso torturados. Es fundamental entender que la guerra es una gran tragedia, y ellos, las personas más vulnerables, son quienes sufren las peores injusticias”, advirtió.

Sobre los prisioneros de guerra, el Arzobispo Shevchuk reveló que dos sacerdotes ucranianos que habían sido capturados lograron ser rescatados y han regresado a sus monasterios y parroquias. “Nos han contado historias espantosas de tortura, humillación diaria e incluso la prohibición de rezar. Eran tratados como animales y se les decía que los animales no rezan”.

El líder católico hizo un llamado a la comunidad internacional para que asuma la responsabilidad de proteger a los cautivos en manos de los rusos. “Esto va en contra del derecho humanitario internacional. Cualquier tratado o acuerdo debe partir del respeto a la vida humana y a los derechos fundamentales, incluidos los de los prisioneros de guerra”.

Asimismo, alertó sobre la situación de miles de civiles secuestrados por Rusia, entre ellos médicos, sacerdotes y pastores protestantes que siguen en cautiverio. “Gracias a la mediación de la Santa Sede logramos rescatar a los sacerdotes católicos, pero por los pastores protestantes nadie intercede. Como hermanos cristianos, es mi deber hablar en nombre de ellos”.

El Arzobispo Shevchuk reafirmó el compromiso de la Iglesia con la dignidad humana y la justicia: “Cualquier prisión es una tragedia, pero la privación injusta de la libertad y el trato inhumano a los prisioneros es algo que nunca podemos aceptar”.

Por Diego López Marina

Fuente: ACI Prensa