Detalles que tocan
![]() |
Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Al terminar el
desayuno, como de costumbre, subí a mi celda para ponerme la ropa de trabajo.
Al abrir la puerta, llamó mi atención algo muy blanco que veía a través de mi
ventana. ¡Era todo el almendro que hay frente a mi celda, completamente
florecido!
Creo que el
Señor sabe que me encanta el almendro, y si un buen hombre, cuando quiere
sorprender a su esposa, le regala un ramo de flores… pues Él me regala un árbol
entero florecido. ¿Cómo no ver sus detalles de amor con nosotros?
El amor del
Señor se manifiesta en cosas muy concretas. Todo lo que pone a nuestro
alrededor está ahí para nosotros, para que descubramos su inmensidad, pero
también su presencia cercana, su amor concreto, que conoce y ve a cada uno, y
que sabe tocar el corazón porque Él mismo lo ha creado.
Él no solo
cuida de nosotros en los acontecimientos importantes, sino que quiere
sorprendernos a cada paso para que podamos descubrir que siempre permanece, que
nunca estamos solos, que en cada instante de la vida nos regala su
gracia.
Entonces nos
preguntamos: ¿por qué hay días en los que no me cuesta nada verlo y, en cambio,
otros en los que no lo descubro? Se trata de nuestros ojos, de nuestra
percepción, que a veces está condicionada por las circunstancias que estemos
viviendo. Por ello, ¡qué bueno es si cada día le pedimos ojos para descubrirle
y ponemos nuestro corazón en guardia para verle!
Los discípulos
tuvieron que hacer este mismo proceso de aprender a descubrirle. Ellos, que le
habían conocido con los ojos de la carne, ahora tenían que vivir sin verlo de
la misma manera. Pero Jesús les dijo (y sus palabras son para nosotros): “Sabed
que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos” (Mt
28, 20).
Hoy, el reto
del amor es pedir al Señor unos ojos nuevos para descubrir sus detalles de
cariño. La certeza desde la que partimos es que Él siempre está, y, por lo
tanto, si Cristo está, solo nos queda descubrirlo.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
22 febrero 2025
Fuente: Dominicas de Lerma