"Haber sido concebida en una violación no me hace menos digna de vivir": así piensa Ashley hoy
![]() |
Ashley, junto con su esposo e hijos. Salvar el 1 |
Sin embargo,
cuando era adolescente, imbuida por la propaganda ideológica ambiental, era
partidaria del aborto en caso de violación: "¿Cómo se podría
esperar que una mujer cargara un hijo concebido bajo circunstancias tan
horribles y malvadas?", pensaba.
La verdad
que duele
De niña supo
que era adoptada, y lloró mucho cuando se lo dijeron, sintió
"rechazo" y "dolor". Sabía, sí, cuánto la amaban sus padres
adoptivos: "Pero no sabían cómo me sentía. No podían saberlo. Ellos
sabían de dónde venían. Yo no", cuenta ella misma en el blog Salvar el 1, fundado por Rebecca Kiessling y
especializado en el aborto por violación.
En el último
año de secundaria tuvo una respuesta para esa incógnita: su madre
biológica había sido violada por un joven 'encantador' en una primera
cita que iba bien hasta que el sujeto decidió cobrarse su presa por la fuerza.
La chica no quiso ni siquiera saber de qué sexo era su hijo y se desprendió de
él, pero al menos le dio la oportunidad de nacer y vivir.
Pensamientos
que sugiere "el enemigo"
Sin embargo,
conocer su origen fue una continua fuente de sufrimiento para
Ashley. Sintiendo que en su origen no había sido amada ni deseada, se miraba al
espejo y se decía: "Eres un producto del mal; nunca debiste haber
existido".
Esta idea la
persiguió durante años porque "el enemigo" le sugería
"pensamientos de odio": "Como si estuviera predestinada para
algo horrible solo porque así comenzó mi vida. Me sentía patética, o al menos
eso me repetía a mí misma. Tenía días buenos, semanas, meses… pero siempre
regresaba esa sombra". Llegó a alimentar ideas suicidas.
¿Cómo me ve
Dios?
Hasta que
empezó a preguntarse cómo la vería Dios y a intentar averiguar
la respuesta: "No fue hasta que busqué la voz de Dios en mi vida que esos
pensamientos comenzaron a desaparecer".
Ella cita tres
expresiones de su Palabra que encontró en la Biblia y
cambiaron su perspectiva:
- "Tú has creado mis entrañas, me has
tejido en el seno materno. Te doy gracias porque me has plasmado
portentosamente, porque son admirables tus obras: mi alma lo reconoce
agradecida, no desconocías mis huesos. Cuando, en lo oculto, me iba
formando, y entretejiendo en lo profundo de la tierra, tus ojos veían mi
ser aún informe, todos mis días estaban escritos en tu libro,
estaban calculados antes que llegase el primero" (Sal 139,
13,16).
- "Antes de formarte en el vientre, te elegí;
antes de que salieras del seno materno, te consagré" (Jer 1, 5).
- "Pues sé muy bien lo que pienso hacer con
vosotros: designios de paz y no de aflicción, daros un
porvenir y una esperanza" (Jer 29, 11).
Cómo te ve
Dios
Y Ashley sacó
sus conclusiones: "La violación no me define. Yo soy como Dios me ha
moldeado. Él me ama y tiene un propósito para mí. Mi vida tenía
valor en el momento de mi concepción y lo sigue teniendo ahora".
Por tanto,
"yo no fui un error": "Dios sabía lo que iba a suceder el día en
que fui concebida, y tenía un plan más grande de lo que cualquiera podía
ver... Dios toma situaciones malas y hace algo hermoso. ¡Soy
una hija de Dios!"
Con el
movimiento provida
Y esto dio un
propósito a su vida, que plasma ahora, entre otras cosas, en su compromiso
activo con el movimiento provida: "Debido a las circunstancias que
rodearon mi concepción y nacimiento, he tenido la increíble oportunidad de
ministrar a otros, alzando mi voz en contra del aborto y
compartiendo el amor de Cristo con quienes están sanando de esa
experiencia".
"Todos
debemos recordar que Dios tiene un plan para nuestras vidas", añade:
"Puede que no lo veamos o que ni siquiera lo entendamos. Todo lo que
podemos hacer es buscar Su rostro y Su voluntad cada día".
Aunque el mundo nos dé la espalda, concluye, Dios no nos la da y es Él quien
tiene "el control".
Fuente: ReligiónenLibertad