P. Julián Lozano, sacerdote Diócesis de Getafe. Dominio público |
Según
el padre Lozano, lo sucedido ha sido malinterpretado y manipulado, pues niega
categóricamente que en dichos encuentros se promovieran terapias de conversión.
En un vídeo publicado en su canal de YouTube, el sacerdote ha explicado que los
eventos consistieron en la exposición pública de testimonios personales de fe y
transformación espiritual de personas que decidieron optar por un estilo de
vida en castidad tras un profundo encuentro con Jesucristo.
Los
encuentros «Transformados»: ¿terapias o testimonios de fe?
El
padre Julián Lozano ha detallado que los encuentros «Transformados» fueron
organizados para compartir experiencias de personas que en su juventud vivieron
atracción hacia el mismo sexo y un estilo de vida promiscuo. En sus
testimonios, estas personas relataron cómo un encuentro con el amor de Dios
transformó su manera de entenderse a sí mismos, a los demás y su relación con
la Iglesia.
«Lo
que ocurrió en esos eventos está grabado y publicado íntegramente en mi canal
de YouTube, sin cortes ni ediciones. Son testimonios transparentes de
conversión espiritual, no terapias», ha señalado Lozano. Además, aseguró que en
estos encuentros no se promovió ninguna técnica psicológica o farmacológica
para modificar orientaciones sexuales, sino que se compartió el mensaje
cristiano de esperanza, amor y sanación.
En
los encuentros, también se distribuyó un folleto que, según Lozano, contenía
recomendaciones sobre cómo profundizar en la vida espiritual: participar en los
sacramentos, vivir la oración personal y comunitaria, y fortalecer la
fraternidad en la Iglesia. El sacerdote subraya que dichas orientaciones son
parte del acompañamiento pastoral habitual, y no tienen relación con las
prácticas conocidas como terapias de conversión.
La
respuesta de las autoridades
El
Ministerio de Igualdad ha anunciado que investigará las denuncias presentadas
por No
es Terapia, basándose en el contenido del informe. Por su
parte, la ministra de Igualdad declaró
recientemente que la doctrina de la Iglesia sobre la homosexualidad podría ir
en contra de los principios constitucionales de igualdad y no discriminación.
Estas declaraciones han generado alarma en sectores de la Iglesia que perciben
las investigaciones como un intento de coartar la libertad religiosa y de
expresión.
El
padre Julián Lozano ha mostrado tranquilidad ante las acusaciones, confiando en
que las pruebas presentadas, incluidas las grabaciones públicas de los eventos,
demuestran que no se realizaron prácticas contrarias a la ley. Sin embargo,
también señaló la existencia de una posible agenda para desacreditar la visión
cristiana sobre la sexualidad.
La
posición de la Iglesia sobre la conversión y la castidad
Lozano
ha aprovechado la ocasión para aclarar el concepto de conversión en la fe
cristiana, diferenciándolo de las terapias de conversión denunciadas. Según
explica, la conversión es una llamada universal a todos los cristianos para
vivir conforme al Evangelio, transformando sus vidas en sintonía con los
principios del amor a Dios y al prójimo.
«La
Iglesia llama a la conversión a todas las personas, sin excepción. No se trata
de cambiar la orientación sexual de nadie, sino de vivir una vida acorde con
los valores del Evangelio, donde la castidad es una virtud que ordena la
sexualidad según el estado de vida de cada uno», argumenta Lozano.
El
sacerdote también defiende que la Iglesia promueve la acogida y el respeto
hacia todas las personas, independientemente de su orientación sexual. Según el
Catecismo de la Iglesia Católica, quienes experimentan atracción hacia el mismo
sexo deben ser tratados con dignidad, respeto y compasión.
Reflexiones
finales del padre Lozano
Actualmente
en un retiro espiritual, el sacerdote ha pedido oraciones a los fieles para
vivir esta situación con paz y confianza. «Si hay algo en lo que he actuado
mal, pido al Señor que me lo haga ver. Pero lo único que hemos compartido es la
buena noticia del Evangelio: que Cristo vive, ama y transforma vidas», afirmó.
El
padre Lozano reiteró su deseo de continuar difundiendo testimonios de personas
cuya fe les ha llevado a una transformación personal. Aunque reconoce que la
cuestión LGTBI ocupa un pequeño espacio en su canal, insiste en que todos los
testimonios compartidos reflejan cómo el amor de Dios puede sanar heridas y
transformar vidas en múltiples contextos.
Finalmente,
el sacerdote ha subrayado la necesidad de fomentar un diálogo respetuoso y
evitar cualquier intento de silenciar o estigmatizar la voz de la Iglesia en la
sociedad. «La libertad religiosa y de expresión son derechos fundamentales que
debemos defender. Compartir el mensaje de Jesucristo es un acto de amor, no de
odio», concluyó.
Fuente: InfoCatólica