El Papa Francisco ha creado una nueva diócesis en Mozambique, la diócesis de Alto Molócuè, tomando parte de territorio de la diócesis de Gurué y otra parte de la de Quelimane.
Procesión y misa en Nuestra Señora Reina del Mundo, ahora catedral del Alto Molocué. Dominio público |
Vale la pena repasar lo que ha pasado en las diócesis
"madre".
En lo que llevamos de siglo, la diócesis de Gurué vio multiplicarse por cinco su
población católica, que pasó de unos 200.000 católicos en el año 2000
a un millón en 2023.
También fue grande
el crecimiento en la vecina diócesis de Quelimane, que pasó de unos 563.000
católicos en el año 2000 a 913.000 en 2022.
La mitad de
esos católicos son niños y adolescentes. Mozambique tiene entre 30 y
34 millones de habitantes, con una edad media de 17 años, es decir, la mitad del país es menor
de edad. (En la envejecidísima España la edad media de la población es
de 45 años y hace diez años que hay más muertes que nacimientos).
En este contexto el Papa Francisco crea ahora la diócesis de Alto Molócuè, que
tiene 1,2 millones de habitantes, unos 490.000 católicos, 21
sacerdotes diocesanos, 11 sacerdotes religiosos, 26 religiosas y 14 parroquias.
Gurué queda con 12 parroquias y 560.000 fieles. Quelimane con 29
parroquias y 1,3 millones de fieles.
El primer
obispo de la nueva diócesis es Estêvão Ângelo Fernando, de 50 años, hasta
ahora sacerdote diocesano de Quelimane, formador del seminario de Nampula.
La iglesia de Nuestra Señora Reina del Mundo (Nossa
Senhora Rainha do Mundo) pasa a ser la catedral de la
diócesis.
La lengua común en Mozambique es el portugués, lo que ha
facilitado que tradicionalmente
sea uno de los países africanos con más misioneros españoles. En 2019,
cuando recibió la visita del Papa Francisco, el país tenía 91 misioneros
españoles.
Pablo J. Ginés
Fuente: ReL