La Iglesia Católica en China cuenta desde hoy con el primer obispo de la nueva Diócesis de Lüliang, el prelado número 11 desde la firma del acuerdo provisional para el nombramiento de obispos, que suscribieron el Vaticano y el gobierno de China en 2018, y que ha sido renovado ya en tres oportunidades.
Mons. Antonio Ji Weizhong. Dominio público |
La agencia
vaticana Fides informa que la consagración episcopal se celebró en
la Catedral del Sagrado Corazón de Jesús de Fenyang, actualmente parte de la
ciudad-prefectura de Lüliang.
El principal
consagrante ha sido Mons. Paul Meng Ningyou, Obispo de Taiyuan, y los
co-consagrantes han sido Mons. Peter Liu Genzhu, Obispo de Hongdong-Linfen;
Mons. Paul Ma Cunguo, Obispo de Shuozhou; y Mons. Peter Ding Lingbin, Obispo de
Changzhi.
A la Misa de
ordenación asistieron 130 sacerdotes de la provincia de Shanxi y otras partes
de China, junto con religiosas, seminaristas y laicos, en total 450 personas.
El
nuevo Obispo de Lüliang es Mons. Antonio Ji Weizhong, quien nació el 3 de
agosto de 1973. El prelado, recuerda Fides, afirma que creció en la fe católica
gracias al testimonio cotidiano de su madre.
Estudió
Teología en el Seminario Nacional de Pekín de 1995 a 2001. Fue ordenado
sacerdote para la Diócesis de Fenyang el 14 de octubre de 2001. Estudió idiomas
en la Universidad de Xi'an.
En febrero de 2005 se trasladó a Alemania para
estudiar en la Universidad de Filosofía y Teología Sankt Augustin, de los misioneros
de la Sociedad del Verbo Divino (Verbitas) —congregación a la que pertenecía el sacerdote más anciano de China, que falleció
hace unos días a los 104 años–– estudios que
concluyó en 2010.
La
nueva Diócesis de Lüliang tiene una superficie total de 21.000 kilómetros
cuadrados y una población total de 3.346.500 habitantes, de los cuales
aproximadamente 20.000 son católicos, atendidos pastoralmente por 51 sacerdotes
y 26 religiosas.
El
acuerdo de 2018, cuyo contenido no se ha hecho público hasta ahora, ha sido
renovado en tres ocasiones: 2020, 2022 y 2024.
A
diferencia de las dos primeras veces, la tercera renovación no será por una
duración de dos sino de cuatro años.
En 2023, el Santo Padre precisó que el acuerdo
incluye una comisión conjunta entre el gobierno chino y
el Vaticano para el nombramiento de obispos
católicos, supervisada por el Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal
Pietro Parolin.
Tal
vez uno de los más grandes críticos del acuerdo ha sido el Cardenal Joseph Zen
ze-kiun, quien ha sufrido el acoso del régimen comunista, siendo enjuiciado y
condenado tras haber sido acusado de colaborar con manifestantes prodemocracia
en Hong Kong, que hicieron parte de las protestas de 2019.
Por Walter
Sánchez Silva
Fuente: ACI