Sorpresa navideña
Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Como te
compartía Joane en su último reto, este año la fiesta de los Inocentes ha sido
muy intensa para mí porque… ¡era la encargada de organizar todo! Procuré
sorprender a mis hermanas con mil detalles, ¡y creo que todas disfrutaron un
montón!
Por aquello de
que hay que volver a ser como niños, monté en la sala de recreo un juego, de
esos que funcionan con pilas. ¡Llevábamos sin usarlo desde el año pasado!
Preparamos todo con mucha ilusión, pero, al ir a poner en marcha los mandos,
¡había uno que no se encendía!
Resulta que,
por un descuido, lo habíamos guardado con las pilas dentro. Por más que
nuestras especialistas en reparaciones quisieron arreglarlo, solo pudieron
confirmar que se había estropeado del todo. ¡Menos mal que los otros sí
funcionaron y pudimos jugar!
Lo cierto es
que esta anécdota me ha hecho pensar mucho. Las pilas son necesarias para el
funcionamiento de estos aparatos, ¡sin ellas no se encienden! Sin embargo, si
las tienen, pero no se usan… se vuelven terriblemente peligrosas, ¡hasta
destrozarlos por dentro!
Y… ¿acaso no es
esto lo que nos ocurre con la comunicación?
Puede suceder
que estemos físicamente juntos… pero con los corazones “desconectados”. Si no
hay movimiento, esos corazones parados pueden empezar a estropearse como las
pilas, liberar ácidos… ¡con resultados catastróficos!
Pero, al igual
que las pilas y los aparatos, cuando abrimos el corazón a quien tenemos al
lado, cuando compartimos desde dentro, ¡nuestras luces se encienden en una
comunión maravillosa!
Y esto es
precisamente lo que el Señor desea contigo: ¡encender todas las luces de tu
corazón! Tal vez sientas el contacto oxidado, pero Él mismo nos asegura: “Clama
a mí y yo te responderé” (Jer 33, 3). ¡Este Técnico está deseando reparar lo
estropeado, conectar todos los cables y crecer en amistad contigo!
Hoy el reto del
amor es cuidar la comunicación. Pídele al Señor no dar el amor por supuesto.
Aprovecha para decir un “gracias”, un “te quiero”, para explicarle a esa
persona lo que sientes, lo que sueñas… Así, en vez de estropearse, ¡la pila de
tu corazón brillará con luces que no imaginabas!
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
05 enero 2025
Fuente: Dominicas de Lerma