Comunicarnos
Dominicas de Lerma |
Buenos días,
hoy Matilde nos lleva al Señor. Qué pases un feliz día.
Celebramos, en
este año de los Jubileos, el “Jubileo de las Comunicaciones”. En la Eucaristía,
el sacerdote, nos insistía sobre el afán que tenemos que tener de no perder la
Comunicación con el Señor. Él, es el primer Dialogante y el primer Escuchante.
¿Quién como Dios que, nos ha dado su Palabra para poder comunicarnos con Él?.
Ella, es faro y
luz en nuestro caminar diario. Él, nos habla en su Palabra, (la Biblia) y
nosotros escuchamos. Algo que no es para discutir sino para aceptar y
confrontar con nuestra vida para adecuarla a Ella y seguirla. Pero, Ésta, no
crea en nuestros oídos un monólogo, sino que, desea que le hablemos y le
contemos todo lo que llevamos en el corazón, en definitiva, se interesa por nosotros.
En este primer
momento, está clara nuestra Comunicación con Dios, pero... ¿Y el encuentro con
el hombre, con mi hermano?. Aquí, las cosas no son tan sencillas, pero, con
Dios siempre es posible y con feliz éxito.
Comparto desde
la experiencia. ¿Qué sucede al confrontar mi palabra y mis planes con los de
mis hermanos?. Pues, lo primero que percibo es que a pesar de caminar todas en
la misma vocación hay bastantes diferencias en el entrar en nuestras mutuas
intimidades.
Una segunda
comunicación con las hermanas, se da en un plano más superficial: en la
cordialidad, en la educación, en el amor y la delicadeza. Pero veo con pena
que, no se puede entrar más allá, más adentro. Y no porque no se crea en ello
porque pienso que todas lo deseamos. Pero aquí, juegan un papel importante las
limitaciones, las incapacidades o el caminar en otros puntos de lucha que, se refiere
a la vida espiritual de cada una.
Y, por fin, se
da también, un estar, un rozarse, un desear, pero sin éxito, la comunicación. Y
aquí, no hablo ya de limitaciones, sino de nuestras debilidades que, no nos
dejan, no sin dolor, el abrirnos al otro.
¡Pero, esto, no
es una encerrona sino una oportunidad feliz que, nos reta a la caridad!. Los
santos y el mismo Jesús, sin pecado, lo vivieron en su carne. y San Juan de la
Cruz nos da un aviso saludable: “ No pare mucho ni poco en quien está contra
ella o con ella y siempre procure agradar a su Dios. Ámele mucho que se lo
debe”.
Hoy, el reto
del amor es, buscar en la oración, la unión con Dios porque ÉI es Quien “nos
comunica” unos con otros en el Amor.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
25 enero 2025
Fuente: Dominicas de Lerma