El cuerpo del «influencer de Dios» permanece expuesto en Asís, y se prevé que el número de peregrinos se dispare tras su canonización el próximo mes de abril
La tumba donde reposan los restos del adolescente Carlo Acutis en Asís. Dominio público |
Y así sigue a día de hoy,
casi seis años después, expuesto a la vista de los cada
vez más numerosos peregrinos que acuden hasta su tumba para rezar o
para implorarle algún favor especial.
Alrededor
de 900.000 personas fueron las
que, el pasado año 2024, viajaron hasta la ciudad italiana para venerar al «influencer de Dios». Lo ha revelado
monseñor Domenico Sorrentino, obispo
de Asís, en su nuevo libro Carlo Acutis
tras las huellas de Francisco y Clara de Asís: originales, no fotocopias, y
según recoge Aleteia. Había nacido
en Londres en 1991 y pasó su infancia en Milán hasta que la muerte le
sorprendió a los quince años por
una leucemia, pero pasó largas temporadas en Asís, donde respiró la
espiritualidad de san Francisco, y
allí quiso ser enterrado.
«Quiso seguir las huellas de san Francisco y santa Clara. Respiró su espiritualidad y la tradujo como podría hacerlo
un joven de nuestro tiempo. Su vida es una vida normal y corriente, como la de
muchos jóvenes, pero con un punto central: el encuentro con Jesús y la devoción a María»,
explica monseñor Sorrentino.
Se dice que el Papa Francisco le tiene un afecto especial, lo pone regularmente como modelo
para los jóvenes de hoy y, no en vano, tiene previsto canonizarle el próximo 27 de abril. Ese hecho disparará, sin
duda, las peregrinaciones hasta el santuario della Spogliazione, que recibe ese
nombre porque en ese lugar fue donde el poverello de Asís se despojó de sus ropajes ante la actitud
desaprobatoria de su padre.