Cuenta atrás
Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
¡¡Ya no falta
nada para la Navidad!! Te confieso que, en la liturgia, hay una antífona que
hace que se me ponga “cosquilleo” en el estómago. La antífona dice así: “No
temáis, dentro de cinco días vendrá a vosotros el Señor”. Eso de los “cinco
días” me hace muchísima gracia: ¡¡es como si la Iglesia entera estuviese
gritando la cuenta atrás!!
¡¡Cinco!!
¡¡Cuatro!! ¡¡Tres!!…
Con la cuenta
atrás, estallan la ilusión y los nervios: se amontonan los preparativos, hay
que terminar las decoraciones…
Como soy tan
despistada, en mi celda he decidido organizarlo todo en bolsas: un juego para
aquella sobremesa, un libro que devolver a una visita… Creo que no se me
olvidará nada, pero ¡cualquiera diría que me voy de viaje!
Con tanta
bolsa, de pronto me ha venido a la cabeza un texto de san Agustín que me
encanta, y que es perfecto para este tiempo de espera. El santo de Hipona dice:
“Toda la vida
del buen cristiano es un santo deseo. Supón que quieres llenar una bolsa; sabes
cuán grande es lo que has de meter dentro y ves que la bolsa es estrecha, y por
esto ensanchas la boca de la bolsa para aumentar su capacidad. Así Dios,
difiriendo su promesa, ensancha el deseo; con el deseo, ensancha el alma y,
ensanchándola, la hace capaz de sus dones”.
¡Qué bonito
poder vivir estos últimos días de Adviento como una preparación del alma para
ensancharla y recibir tanto amor como el Señor quiere regalarnos! Él nos lo
promete, ¡¡está muy cerca!! ¿Acaso no resuenan por todas partes los
villancicos? Tal vez forman parte de la promesa:
“Escucha: tus
vigías gritan, cantan a coro, porque ven cara a cara al Señor, que vuelve” (Is
52, 8).
Hoy el reto del
amor es aprovechar la espera para hacer crecer nuestro deseo. Que cada vez que
escuches hoy un villancico, sea para ti una señal que te invite a levantar los
ojos al cielo, ¡¡para decirle al Señor ganas que tiene tu corazón de
abrazarle!!
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
24 diciembre
2024
Fuente: Dominicas de Lerma