LOS NORCOREANOS QUE TUVIERON CONTACTO CON CRISTIANOS SON ENVIADOS A CAMPOS DE PRISIONEROS, DENUNCIA INFORM

Los norcoreanos que son repatriados desde China y que han tenido contacto con algĂșn cristiano son enviados a los campos para prisioneros polĂ­ticos de Corea del Norte, indica el reciente informe sobre libertad religiosa de la fundaciĂłn pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN por sus siglas en inglĂ©s).

Imagen referencial. | Crédito: vero_vig_050 (Pixabay)-
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Se trata del documento ¿Perseguidos y olvidados? Informe sobre los cristianos discriminados o perseguidos por su fe publicado con ocasiĂłn de la Semana Roja una iniciativa de ACN para llamar la atenciĂłn sobre la persecuciĂłn religiosa y que en este 2024 aborda la situaciĂłn en 18 paĂ­ses clave, entre los que se encuentra Corea del Norte.

Corea del Norte es una naciĂłn comunista dominada por la dinastĂ­a Kim desde 1948, y si bien “es muy difĂ­cil calcular el nĂșmero real de cristianos o el alcance de su fe —indica ACN—, pero se estima que representan alrededor del 0,38% de la poblaciĂłn, lo que equivale a poco mĂĄs de 98.000 personas”.

Sin embargo, pese al reducido nĂșmero de fieles, el cristianismo es considerado una amenaza para el Estado, “por lo que se ve abocado a la clandestinidad”.

Toda la poblaciĂłn estĂĄ obligada a seguir el juche, “una ideologĂ­a de autarquĂ­a marxista creada por el fundador del paĂ­s, Kim Il-Sung”. El sitio web World.kbs.co.kr, especializado en temas coreanos, indica que tambiĂ©n puede ser considerada “como una versiĂłn institucionalizada del culto a su persona”.

Para escapar del paĂ­s —una realidad registrada en todos los regĂ­menes comunistas— los norcoreanos suelen utilizar la extensa frontera con China de 1.420 kilĂłmetros. Si logran superar el estricto patrullaje, los prĂłfugos deberĂĄn llegar a un tercer de manera clandestina, mayormente Tailandia, y buscar asilo en la embajada de Corea del Sur, la cual los enviarĂĄ al sur de la penĂ­nsula.

Sin embargo, no todos tienen suerte y son capturados por las autoridades chinas que optan por repatriarlos a Corea del Norte. SegĂșn Human Rights Watch, en abril el gobierno de PekĂ­n deportĂł a unos 60 norcoreanos.

Por su parte, en su informe ACN se refiere a los desertores que fueron repatriados en octubre de 2023 y alerta que hay que temer por aquellos “que hubieran interactuado con cristianos mientras estaban fuera del paĂ­s. Todos ellos fueron enviados a campos para prisioneros polĂ­ticos, conocidos por la dureza con la que se trata allĂ­ a los reclusos”.

Indica que mientras muchos cumplieron penas reducidas, “los que entraron en contacto con el cristianismo” fueron internados “en campos de prisioneros polĂ­ticos supone, de hecho, una cadena perpetua sin libertad condicional”.

Citando las declaraciones que una fuente anĂłnima —por razones de seguridad—, dio al Daily NK, el informe de ACN señala que “los departamentos de seguridad del Estado norcoreano basan sus interrogatorios a los desertores repatriados en los expedientes facilitados por la policĂ­a china”.

“Si en los expedientes se menciona algo relacionado con la religiĂłn, los desertores serĂĄn inexorablemente internados en campos, sin importar lo que tengan que decir al respecto”, denuncia.

Los creyentes son catalogados como “hostiles”

La fundaciĂłn pontificia afirma que en Corea del Norte, “considerado como el peor paĂ­s del mundo para ser cristiano”, las personas son clasificadas segĂșn su lealtad al Estado, por lo que “los creyentes son automĂĄticamente catalogados como ‘hostiles’ y sometidos a una implacable persecuciĂłn”.

“Aunque en todo el paĂ­s se producen violaciones generalizadas de los derechos humanos y se ejerce una opresiĂłn religiosa que afecta a todos los ĂĄmbitos de la vida y a todos los grupos religiosos, segĂșn el Departamento de Estado estadounidense, los cristianos y los seguidores del mugyo (una religiĂłn chamĂĄnica) son los mĂĄs perseguidos”, añade.

El informe de ACN comparte el testimonio de Illyong Ju, un desertor norcoreano que ahora es cristiano. “Se estĂĄ obligando [a los desertores repatriados] a confesar por adelantado datos sobre las 1000 personas que aĂșn no han sido repatriadas a Corea del Norte”, denuncia.

Sin embargo, destaca que entre los desertores “habrĂĄ personas que crean en JesĂșs y que difundirĂĄn el evangelio allĂĄ donde vayan. Como la Hna. Kim, que trabaja conmigo y que evangelizĂł a ocho personas mientras estaba en una prisiĂłn norcoreana debido a su repatriaciĂłn forzosa”.

“Por lo tanto, tenemos fe en que los repatriados a la fuerza a Corea del Norte se convertirĂĄn en asombrosos miembros del Pueblo de Dios que se levantarĂĄn contra la opresiĂłn del rĂ©gimen norcoreano”, manifiesta. 

Por Eduardo Berdejo