En uno de los patios del Vaticano se encuentra una escultura de una piña de pino de 4 metros de altura que data del siglo II. Pero, ¿qué hace ahí?
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Probablemente
se tardarían días en apreciar todas las obras de arte expuestas en la colosal
colección de los Museos Vaticanos de Roma. Entre estas magníficas obras de
arte, los visitantes pueden admirar el Juicio Final de Miguel Ángel, la famosa
Galería de los Mapas y los frescos de Rafael.
Cuando los
visitantes llegan al Cortile de la Pigna -literalmente el Patio de la Piña-
suelen tener la sensación de haber recorrido varios siglos de historia del arte
en tan solo unas horas. Sin embargo, se pueden encontrar obras de arte aún más
fascinantes en este pequeño patio, muy apreciado por el relajante sonido de la
fuente de la Pigna.
Aquí, es
imposible pasar por alto il Pignone o "la gran piña" -como la llaman
cariñosamente los romanos-, una gigantesca escultura de bronce de una piña que
se eleva sobre la fuente del mismo nombre. Lo que más llama la atención de esta
escultura es su tamaño colosal y su aspecto sumamente realista.
Esta imponente
estatua de 4 metros de altura fue creada hace mil 800 años por el escultor
romano Publius Cincius Savius. Como muchas otras obras de los Museos Vaticanos, es un testimonio
de los diferentes periodos de la historia romana.
Decoración
del templo de Isis y Serapis
Esta piña se
fabricó probablemente en el siglo II como parte de la decoración del Templo de
Isis y Serapis, un santuario dedicado a estas dos divinidades egipcias en el
Campo de Marte, cerca de las Termas de Agripa. En la actualidad, este santuario
está decorado con dos pavos reales de bronce, réplicas de las estatuas que
decoraban la tumba del emperador Adriano en el siglo II.
Pero, ¿por qué
una piña? La piña se asocia a la ciudad de Roma desde la antigüedad, y los
visitantes aún pueden admirar los emblemáticos pinos romanos que salpican el
paisaje de la Ciudad Eterna. Históricamente, la piña también ha simbolizado la
vida eterna.
En el caso de
esta estatua, los historiadores del arte también la han asociado con la
iluminación espiritual, ya que se dice que la piña se asemeja a la glándula
pineal del cerebro.
La piña de
san Pedro
Cuando Dante Alighieri, el famoso
poeta italiano, visitó Roma en 1300, quedó tan impresionado por esta insólita
estatua que acabó mencionándola en el Infierno de su Divina Comedia: "Su rostro era largo
y alto como la piña de san Pedro". Esto sugiere que, en la década de 1300,
la piña se había trasladado a la plaza de san Pedro.
Sin embargo,
los historiadores saben con certeza que, en 1608, fue trasladada a lo alto de
una doble escalinata diseñada por Miguel Ángel, al patio donde aún se encuentra
hoy. Poco después de este traslado, el patio comenzó a ser conocido como el
"Patio de la Piña". Hoy en día, los visitantes pueden maravillarse
ante esta imponente escultura, al igual que han hecho Dante Alighieri y otros
escritores y artistas a lo largo de los siglos.
Vittoria Traverso
Fuente:
Aleteia