Esta joven de 22 años cuenta que a los 16 se hormonó y mutiló, deseando ser hombre
Luka Hein, en el acto público celebrado en Roma el 13 de octubre |
Tras pasar por
una serie de tratamientos y una mastectomía completa, la detransitioner estadounidense Luka
Hein ha vuelto a ser ella. Recientemente ha estado en Italia, invitada por
Pro Vita & Famiglia, para contar su historia en siete ciudades
italianas en una gira bajo el título Engañada. Por qué nadie nace en
el cuerpo equivocado. Tampoco yo.
Con ese motivo
le ha entrevistado Giuliano Guzzo en Il Timone:
¿Es posible viajar en el tiempo? Hay películas y libros en los que mensajeros del futuro regresan al pasado para advertir a la humanidad de los graves cataclismos a los que se enfrentará si no hace nada por cambiar de rumbo. Este mes de octubre, en Italia, se abrirá una puerta espacio-temporal para un breve paréntesis que nos conectará directamente con el futuro que nos aguarda.
De hecho, la
asociación Pro Vita & Famiglia Onlus ha organizado la gira
italiana de Luka Hein, una joven estadounidense de 22 años que,
tras pasar por un proceso de transición de género para "convertirse en
hombre", someterse a fuertes tratamientos hormonales y a una
mastectomía completa, volvió en sí y decidió dedicar su vida a evitar
que otros jóvenes pasen por el mismo infierno al que ella tuvo que
enfrentarse.
II Timone tuvo la oportunidad de entrevistarla
en exclusiva antes de su llegada para una gira que sin duda dejará huella.
-Luka,
pronto llegarás a Italia para dar tu testimonio como
"detransitioner". ¿Por qué aceptaste esta invitación y qué se siente
al llevar tu voz a Europa, fuera de los Estados Unidos?
-Acepté la
invitación de Pro Vita & Famiglia para venir a Italia a hablar de
mi experiencia personal porque creo que es importante que se conozca el
impacto que estas cuestiones pueden tener en la existencia de un joven.
Llevar mi voz fuera de Estados Unidos es ciertamente emocionante, porque
significa que cada vez más gente quiere saber más sobre estos temas. Pero debo
reconocer que, al mismo tiempo, en algunos aspectos también me produce cierta
ansiedad, porque es más lejos de casa de lo que he estado nunca. En cualquier
caso, estoy deseando conocer nuevas partes del mundo y, por supuesto, ¡espero
poder ser de ayuda a los demás!
-Tu decisión
de "cambiar de sexo" y "convertirte en hombre" se remonta a
cuando tenías 16 años. ¿Cómo empezó todo y cómo te sientes al recordar aquella
época?
-Empecé a
identificarme como hombre después de un periodo muy turbulento y
traumático de mi vida. Me había desvinculado completamente de mi cuerpo y
me presentaron la transición como la solución segura a todas las emociones que
sentía en aquella coyuntura. Cuando pienso en esa época de mi vida,
sinceramente me siento increíblemente triste, porque mi "yo" más
joven lo que necesitaba era que lo acogieran, lo cuidaran y lo ayudaran a darse
cuenta de que era perfecto tal y como era, y no unas cirugías
irreversibles y un bombardeo de hormonas.
-¿Cómo
afectó a tu fragilidad emocional el contenido de propaganda "de
género líquido" que encontraste en internet y en las redes sociales?
¿Puedes decirnos qué tipo de contenidos son los más populares sobre este tema y
cómo afectan a la imaginación de un adolescente?
-Los contenidos
que encontré en internet durante mi crisis adolescente hacían
que todo el proceso de transición pareciera atractivo e interesante. La
inseguridad fisiológica y la ansiedad de esa etapa de mi vida eran presentadas
-por personas influyentes que alentaban a propósito cada nueva etapa
del proceso de 'transición'- como señales inequívocas de que yo había
"nacido en el cuerpo equivocado". Los vídeos que mostraban los
beneficios de la transición y los foros on line donde los
jóvenes más vulnerables podían ponerse en contacto entre
ellos, también eran los lugares más importantes en tema de contenido sobre este
argumento, eran muy atractivos para los más jóvenes, pero al mismo tiempo
restaban importancia a los efectos nocivos o no hablaban de
ellos en absoluto.
-¿Qué
desencadenó en ti un replanteamiento, sobre todo después de las intervenciones
quirúrgicas a las que te sometiste, que te llevó a considerar la posibilidad de
la detransición? ¿Qué te abrió los ojos y quién te ha ayudado?
-Lo que
realmente me hizo comprender que lo que estaba pasando era un error fue tener
la oportunidad de crecer y poder pensar en mí misma y en mi vida de una forma
mucho más madura y con una visión de futuro mucho más amplia
respecto a la que era capaz de tener cuando era adolescente, sobre todo
teniendo en cuenta las dificultades que había experimentado a nivel mental.
Entonces me di cuenta de que lo que estaba haciendo no sólo me perjudicaba a mí
misma, sino también a las posibilidades de tener el tipo de futuro que
realmente deseaba.
-¿Cómo han
reaccionado las personas de la comunidad LGBTQ con las que mantenías relaciones
estrechas ante la noticia de que habías empezado una detransición? ¿A qué te
enfrentas hoy en Estados Unidos cuando cuentas tu historia?
-Hay muchas
personas homosexuales y bisexuales allí fuera que entienden que lo que se está
haciendo con los jóvenes más vulnerables en este momento está mal, y muchos
están ayudando activamente a combatirlo. Mi detransición me ha dado la
oportunidad de conocer a muchas de estas personas y colaborar en la lucha
contra la ideología de género. En Estados Unidos todavía hay
mucha resistencia por parte de activistas y médicos que creen en sus
convicciones ideológicas sobre la identidad de género; sin
embargo, cada vez más gente es capaz de reconocer los daños que
se producen con el paso del tiempo.
-A la luz de
tu experiencia, ¿qué le dirías a una joven italiana que se encontrara en la
misma situación que tú cuando tenías 16 años?
-A cualquier
joven que esté luchando con este tipo de dificultad de identidad le diría que
las cosas mejoran, de verdad que lo hacen. Tú y tu cuerpo sois
perfectos tal y como sois y no hay nada en ti que "haya nacido mal" o
que tenga que ser "arreglado" con fármacos hormonales o
cirugías. Los momentos difíciles pasan y las cosas mejoran, pero tu cuerpo sólo
es uno: cuídalo y, sobre todo, mantenlo íntegro y sano.
Traducción
de Verbum Caro.
Fuente: Religión en Libertad