Ha pasado que sentimos un amor tan grande por Dios que queremos empezar a conocer más sobre Él, pero no sabemos como hacerlo. Clara Cuevas nos comparte algunos consejos para iniciar...
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Thewsila | Shutterstock |
Es realmente
conmovedor el momento en el que conocemos a Dios porque descubrimos lo que
significa amar y ser amados; es en ese primer encuentro en donde queremos saber
más sobre Él.
Por este
motivo, Aleteia consultó a Clara Cuevas, una influencer católica
que, gracias a su experiencia de conversión, decidió
conocer más a Dios. Ahora ella nos comparte estos sencillos consejos para
iniciar en la formación espiritual cristiana.
1. Tener un
director espiritual
Obtener la guía
de una persona puede ser realmente beneficioso para saber por dónde
empezar. Generalmente, se sugiere el apoyo de un sacerdote, el cual puede ser
tu confesor, pero también puede ser un religioso o laico consagrado.
El objetivo es
encontrar una persona que tenga un buen bagaje de formación espiritual para que
pueda aconsejarte, darte lecturas y meditaciones, entre otras cosas.
"Querer
llevar la fe solo, es querer llevar las tentaciones enfrente. Dios nos manda a
estar y ser una Iglesia".
2. Encontrar a
Dios por medio del hobbies o profesión
Si es el arte,
la escritura, matemáticas, ciencia… Realmente hay una misión para cada miembro
de la Iglesia, en especial cuando se trata de la actividad a la que nos
dedicamos. Clara propone que busquemos: "¿cuál es mi llamado desde donde
me toca actuar?"
Incluso podemos
encontrar respuestas a través de nuestros hobbies. Un ejemplo es la
actividad de la lectura, que nos permitirá consultar encíclicas, exhortaciones
y otros documentos de la Iglesia.
3. Tareas
prácticas para nutrir la relación con Cristo
Clara nos
recomienda indagar en herramientas atractivas para nosotros como: leer el
Evangelio diario, escuchar un podcast católico (acerca de historia,
apologética, vida de santos), frecuentar la Eucaristía y rezar el Rosario.
Esto nos ayuda
a encauzar los grandes ruidos de la cotidianidad para poder realmente
escucharlo y tener un mejor entendimiento de Dios a la hora de buscar
información acerca de Él.
4. Saber ser
pacientes y constantes
La conversión
es un actuar diariamente. Todos los días tenemos la oportunidad de ser santos.
Al principio va a ser fácil estar en el camino, pero cuando se va acabando la
motivación, podemos caer en el desánimo.
Es importante
recordar que la fe es gradual y emocionante, porque ahora conocerás a Dios de
una manera más personal. Ten paciencia y aprende poco a poco sobre Él.
Alerta a las
tentaciones
El diablo
tenderá a recordarte tu pasado, el entorno de donde venías, y aunque puede ser
agobiante, es muy lindo reconocer con humildad lo que se vivió y agradecer por
esta oportunidad que Dios te está brindando.
"Te basta
mi gracia, ya que la fuerza se pone de manifiesto en la debilidad" (2 Cor 12, 9)
Habrá
distracciones en el camino, porque las circunstancias de la vida harán más
complicado estar en contacto con Dios, pero debes de establecer un horario y
momento para reforzar esa relación.
Y algo curioso
-que en ocasiones pasa- es que al convertirse se genera una división, un
pequeño ego en el que nos podemos sentirnos superiores que los otros, porque
nosotros ya tenemos a Cristo. No hay que perder el suelo, debemos ser humildes para evangelizar a los demás.
Formarnos
para entregarlo a los demás
"Ya no es
como antes de 'no te puedo decir hasta que lo vivas', sino que ahora tenemos
que llegar con el spoiler". (Clara Cuevas)
La fe no es pra
vivirse de manera solitaria, en comunidad. San Josemaría Escrivá habló sobre el
apostolado en la amistad y nos indica que, para poder compartirle el amor de
Jesús al otro, debes conocerlo primero; saber por donde presentar a nuestro
Señor.
Yohana Rodríguez
Fuente:
Aleteia