Una decisión delicada que compete a la pareja y que se ha convertido en un serio tema de discusión. ¿Qué dice la Iglesia al respecto?
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Arlette Lopez | Shutterstock |
La época en que vivimos ha traído
muchos cambios, y uno de ellos es que las parejas jóvenes ya no quieren
casarse, y menos tener hijos. Sin embargo, si toman la decisión de contraer
matrimonio, tener descendencia es un tema fundamental a tratar. Así las cosas,
¿qué enseña la Iglesia al respecto?
El Código de Derecho Canónico
enfatiza que:
"La alianza matrimonial, por
la que el varón y la mujer constituyen entre sí un consorcio de toda la
vida, ordenado por su misma índole natural al bien de los cónyuges y a la
generación y educación de la prole, que fue elevada por Cristo Señor a la
dignidad de sacramento entre bautizados".
CIC 1055 § 1
Se entiende, pues, que quienes se
casan se comprometen de por vida, y que por la naturaleza de su convivencia,
tendrán hijos, que son un don de Dios, y que deberán educarlos cristianamente,
procurando todo lo necesario para que crezcan y se conviertan en personas de
bien.
No obstante, el Código se
abstiene de mencionar el número de hijos que debe procrear el matrimonio,
porque eso no le corresponde a la Iglesia ni a ningún órgano de gobierno o de
la sociedad.
Aún cuando la familia estuviera
en problemas y tuvieran necesidad de ayuda, nadie puede meterse en sus
decisiones, como lo afirma en Catecismo de la Iglesia católica en el número
2209:
"En conformidad con el
principio de subsidiariedad, las comunidades más numerosas deben abstenerse de
privar a las familias de sus propios derechos y de inmiscuirse en sus
vidas".
CEC 2209
La pareja debe platicarlo
Sin embargo, la Iglesia pide a
los contrayentes que estén abiertos a la fecundidad:
"La fecundidad del amor
conyugal se extiende a los frutos de la vida moral, espiritual y sobrenatural
que los padres transmiten a sus hijos por medio de la educación. Los padres son
los principales y primeros educadores de sus hijos. En este sentido, la tarea
fundamental del matrimonio y de la familia es estar al servicio de la
vida".
CEC 1653
Lo que no significa, como antes
se decía, "que tengan todos los hijos que Dios les mande", incluso
el ritual del matrimonio advierte sobre esto a los
novios:
¿Están dispuestos a recibir de
Dios responsable y amorosamente los hijos, y a educarlos según la ley de Cristo
y de su Iglesia?
En la actualidad, es importante
que la pareja que pretende casarse platique todos los temas y asuntos que
afectarán su vida conyugal, tanto materiales como espirituales, y por supuesto,
entre ellos está el número de hijos que responsablemente pueden educar y
mantener sin problemas.
Y buscar métodos naturales para
espaciar los embarazos, que será otro tema fundamental a discutir entre ellos.
Nadie más tiene el derecho de
decidirlo, por eso, hablen y pónganse de acuerdo.
Mónica Muñoz
Fuente: Aleteia