El hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne: este es un gran misterio, y yo lo relaciono con Cristo y su Iglesia" (Efesios 5,31-32).
El sacerdote Renzo Bonetti, de Mistero Grande, comparte sobremesa con varios matrimonios en 2023. Dominio público |
Bonetti
y su itinerario ya llamaron la atención del movimiento Regnum Christi en España en 2020, que le entregó su premio Alter Christus de
Pastoral Familiar. Este verano de 2024 el encuentro Transforma ha difundido una videoentrevista de
Tote Barrera (Asociación Nunc Coepi) con el padre
Bonetti, acerca de la teología y pastoral que hay tras el proyecto. Bonetti no
pudo ir al Transforma en España precisamente por estar comprometido en un encuentro de 400 matrimonios de
Mistero Grande en Italia.
Bonetti
es hoy párroco en la diócesis de Verona (la ciudad del amor, por la historia de
Romeo y Julieta) y fue director de Pastoral Familiar de los obispos italianos y
coordinador de Proyecto Parroquia-Familia de los obispos. Se dice que su nombre
sonaba para obispo, pero él prefería centrarse en desarrollar este apostolado matrimonial con
base en una parroquia.
Un magisterio sublime: el poder del sacramento
matrimonial
Todo
empezó cuando, siendo sacerdote novato, escuchó al Papa Pablo VI en 1968 decir
en una audiencia con recién casados: "Saludo a Cristo Jesús presente en cada matrimonio".
Después leyó lo que el Concilio Vaticano II decía de la familia en Gaudium et Spes 48: "La familia
hará partícipes a otras familias, generosamente, de sus riquezas espirituales. Así es como la familia cristiana, cuyo
origen está en el matrimonio, que es imagen y participación de la
alianza de amor entre Cristo y la Iglesia, manifestará a todos la presencia viva del Salvador en el mundo y
la auténtica naturaleza de la Iglesia". Así, una familia cristiana,
puede y debe "manifestar" al Salvador y la realidad de la Iglesia,
entendió.
También
en Lumen Gentium 11 leyó
sobre el misterio de amor entre Cristo y la Iglesia expresado en la familia. Y en el Catecismo (1534) se habla de
que el sacramento no es algo solo para los esposos, sino que, como en
el sacerdocio, el sacramento les ordena a la salvación de los demás, y en Familiaris Consortio 13 se lee que los esposos "son
consagrados a través de su relación mediante la unción del Espíritu
Santo".
"Un magisterio muy bello... pero
sin aplicación en la vida parroquial", se dio cuenta, con tristeza.
En la práctica: abre tu casa, reza con
otros, y Jesús acogerá
Lo
que él fue poniendo en marcha es un itinerario para que los matrimonios
cristianos crezcan en conciencia de la grandeza de su sacramento, y también de
su dimensión misionera y evangelizadora, como iglesia doméstica. Para eso, las casas se abren e invitan y
acogen a otras personas (grupos semanales de 10 o 12 personas) para
encuentros de oración, de lectura de la Palabra, de contar lo que Dios ha hecho
en la vida de cada uno durante esa semana...
Así, cada familia católica es un lugar
de acogida, y acoge con el amor y el poder del sacramento, "con
la certeza de que mediante el sacramento es Jesús quien acoge". A estos
encuentros semanales no solo acuden otros matrimonios, sino también solteros,
viudos, personas de todo tipo... Cristo es quien les acoge a través del
matrimonio anfitrión.
"Ser iglesia doméstica... es un
título más antiguo que cualquier otro, existe antes que las parroquias, basílicas,
diócesis", recuerda. Mientras un sacerdote recibe muchos años de formación
para prepararse para recibir el sacramento del orden, los esposos reciben su
sacramento con muy poca formación.
Poder expresar el poder del sacramento
En
Mistero Grande buscan formarlos para que puedan hablar y mostrar "lo que la gracia de Dios ha
sido para ellos, ser capaces de entusiasmar a los jóvenes, que conocen solo
el 'amor' que ven en la televisión, no el amor de los esposos cristianos".
Así,
un matrimonio debería poder decirles a sus hijos: "¿Sabes cuál es la belleza del sacramento? ¿Sabes lo que
significó para nosotros, para papá y mamá? ¿Sabes lo grande que ha
sido tener esta gracia que viene de Jesús de poder amar divinamente a este
hombre y a esta mujer, el poder comunicar a los demás el amor de Dios?"
"Dios
dijo al principio, después de crear al hombre y la mujer: "He hecho una
cosa muy hermosa". Hasta que no encontremos parejas de esposos que digan
"somos una cosa muy hermosa de Dios" y anuncien esto, es difícil que
el mundo empiece a valorar nuevamente al hombre y a la mujer valorando el
matrimonio", asegura el sacerdote en su videoentrevista en Transforma.
Pablo J. Ginés
Fuente: ReL