San Juan Pablo II expresó firmemente su opinión de que la Iglesia y el mundo necesitan el culto eucarístico, ya que puede acercarnos a Dios y a los demás
Shutterstock |
En
medio de todas las guerras y conflictos del mundo, promover el culto
eucarístico puede parecer la última prioridad.
Sin
embargo, muchos santos siempre han señalado la Eucaristía en tiempos de prueba,
creyendo que cuanto más nos acerquemos a Dios, más paz habrá en el mundo.
Culto
eucarístico
San
Juan Pablo II expresó su punto de vista en su carta Dominicae Canae ,
destacando la necesidad del culto eucarístico:
La
Iglesia y el mundo tienen gran necesidad del culto eucarístico. Jesús
nos espera en este sacramento de amor. Seamos generosos con nuestro tiempo para
ir a su encuentro en la adoración y en la contemplación llenas de fe y
dispuestas a reparar las grandes faltas y crímenes del mundo mediante una
adoración que no cese jamás.
Llega
incluso a afirmar que « el culto eucarístico constituye el alma de toda
la vida cristiana. En efecto, la vida cristiana se expresa en el
cumplimiento del mandamiento más grande, es decir, en el amor a Dios y al
prójimo, y este amor encuentra su fuente en el Santísimo Sacramento, que
comúnmente se llama sacramento del amor » .
Continuando con este concepto, San Juan Pablo II señala cómo la
Eucaristía puede cambiarnos y llenarnos de amor:
No sólo
conocemos el amor, sino que nosotros
mismos empezamos a amar . Entramos, por así decirlo, en el
camino del amor y por este camino progresamos. Gracias
a la Eucaristía, el amor que brota en nosotros de la Eucaristía se desarrolla, se
profundiza y se fortalece.
El mundo
necesita amor y el culto eucarístico es una manera de llenarnos del amor de
Dios, para que podamos difundir ese amor en el mundo.
Como afirma
San Juan Pablo II: “ Si
nuestro culto eucarístico es auténtico , debe hacernos
crecer en la conciencia de la dignidad de cada persona. La conciencia de esta
dignidad se convierte en el motivo más profundo de nuestra relación con el
prójimo”.
Si estamos abiertos al amor de Dios cuando adoramos a Jesús en el
Santísimo Sacramento o lo recibimos en la Sagrada Comunión, entonces podremos
ver a Cristo en nuestro prójimo.
Por eso
necesitamos un culto eucarístico más auténtico para ayudar a transformar el
mundo.
Philip Kosloski
Fuente: Aleteia