“Están en un momento en que, según ellas, todo lo que ellas mismas han hecho es inválido, porque como ellas han sido monjas bajo el [Concilio] Vaticano II, no son monjas de verdad”
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Crédito: Renata Sedmakova - Shutterstock |
El sacerdote Jesús Silva, de la Archidiócesis de Madrid (España),
ha explicado a través de un vídeo
publicado en su canal de YouTube el motivo por el que las clarisas
cismáticas del Monasterio de Belorado viven en una “paranoia” según su propia
tesis según la cual sus votos religiosos no serían válidos.
Según un somero análisis realizado por el presbítero sobre el
Manifiesto Católico que hicieron público hace un mes, las religiosas que están
amenazadas con la excomunión acusadas de cisma, “están en un momento en que,
según ellas, todo lo que ellas mismas han hecho es inválido, porque como ellas
han sido monjas bajo el [Concilio] Vaticano II, no son monjas de verdad”.
Así, tendrían que repetir la recepción de todos los sacramentos
recibidos con las fórmulas y rituales realizados tras el Concilio Vaticano II,
e incluso “tienen que repetir los votos, porque según ellas sus propios votos
son inválidos”.
Según detalla el presbítero madrileño “han caído en esta paranoia
de que ellas mismas se sitúan hasta ahora fuera de la Iglesia Católica y, por
fin, según ellas han encontrado la verdad” bajo el amparo del obispo
excomulgado Pablo de Rojas.
Rebate tres puntos esenciales del manifiesto cismático de las
monjas de Belorado
El P. Silva analiza tres de los postulados del manifiesto
sedevacantista y cismático respaldado por 10 de las 16 religiosas que
conformaban la comunidad clarisa de Belorado y Orduña. Una de ellas salió del
convento por considerar que se había convertido en una “secta” y cinco más, de
avanzada edad, se considera que no están informadas de la decisión.
El primero es sobre la consideración de la Iglesia Católica como
la única verdadera; el segundo, sobre la dimensión sacrificial de la
Eucaristía; y el tercero sobre la modificación de los rituales de ordenación de
sacerdotes y obispos.
Acerca de la primera cuestión, el P. Silva explica que la unidad
“ya está realizada en la verdadera Iglesia Católica”, lo que no quita para que
se trabaje “para que esa unidad se haga más amplia” trabajando para que “el
resto de comunidades cristianas que no son católicas se unan a la Iglesia
Católica. Eso se llama ecumenismo”.
Por otro lado, el presbítero refuta que el Concilio Vaticano II
niegue, como sostienen las religiosas cismáticas, el carácter sacrificial de la
Eucaristía.
“Es verdad que la Iglesia ha cambiado, porque tiene ese poder, las
fórmulas, las formas, el lenguaje de los libros litúrgicos para adaptarlos a la
mentalidad más actual del presente. Pero no ha cambiado la esencia. La Iglesia
tiene poder para cambiar eso, porque la Iglesia ha sido instituida por Cristo
para salvaguardar la fe y los sacramentos. Y por supuesto que se mantiene la
dimensión sacrificial de la Eucaristía, como se puede ver perfectamente en las
plegarias eucarísticas que hablan de la Eucaristía como una víctima de
propiciación por los pecados del mundo entero”, desarrolla el sacerdote.
En tercer lugar, el P. Silva añade que “la Iglesia tiene el poder
de reformar los libros litúrgicos y de cambiar los ritos para la ordenación de
sacerdotes, de diáconos y de obispos. Y por tanto, esa reforma hecha por Juan
XXIII, por Pablo VI, por el concilio Vaticano II, es perfectamente válida, ya
que ellos no eran herejes, no incurrieron en excomunión”.
Ante la confusión en asuntos doctrinales
El sacerdote de la Archidiócesis de Madrid, expone que, un posible
origen remoto de las posturas cismáticas de las clarisas de Belorado puede
encontrarse en que “ha habido muchos temas doctrinales últimamente, bastante
confusos, que han hecho que mucha gente diga: ‘Oye, hay que ser un poco más
crítico con a veces las cosas que se dicen o cómo se dicen, porque igual no
están bien expresadas y a lo mejor hay que matizar las cosas’”.
Sin embargo, enfatiza, “de ahí, a negar la unidad de la Iglesia y
a salirte de ella, es muy fuerte”.
El P. Silva no pierde oportunidad en el vídeo de recordar que “hay
que rezar mucho por ellas para que recapaciten” y reconsideren que “la
verdadera Iglesia Católica es la de Cristo, que está en comunión con el Santo
Padre en el Vaticano, que actualmente es el Papa Francisco, y que lo que ha
cambiado en su estructura y en sus documentos es perfectamente lícito y
perfectamente válido”.
Por Nicolás de Cárdenas
Fuente: ACI Prensa