SACERDOTE ARGENTINO, MISIONERO EN GAZA: “QUIERO QUEDARME AQUÍ PORQUE ESTA ES MI MISIÓN”

El Padre Romanelli ha sido misionero en Gaza durante casi 19 años; en el actual contexto de guerra, este misionero del Instituto del Verbo Encarnado tiene un propósito: hacer todo lo posible para aliviar el sufrimiento y llevar esperanza

ACN. Dominio público
A pesar de la devastadora crisis humanitaria, el padre Gabriel Romanelli, sacerdote de origen argentino y párroco de la parroquia de la Sagrada Familia en Gaza, ha tomado la valiente decisión de regresar a Gaza y apoyar a su comunidad. 

A pesar de los peligros y desafíos que se avecinan, el Padre Gabriel está decidido a brindar asistencia espiritual, moral y material a los necesitados, independientemente de su afiliación religiosa.

"He podido regresar a mi parroquia, la Sagrada Familia, en Gaza. Es difícil describir mis sentimientos porque he sido misionero en Gaza durante casi 19 años y ahora, cuando finalmente he podido regresar, muchos de mis conocidos y fieles ya no están", dice el padre Gabriel Romanelli, a Fundación Pontificia Internacional Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN). Sin embargo, el sacerdote del Instituto del Verbo Encarnado tiene un propósito: trabajar incansablemente y hacer todo lo posible para aliviar el sufrimiento y llevar esperanza a quienes se han visto afectados por la guerra.

El reciente conflicto en Gaza ha dejado un rastro de destrucción y pérdida, con innumerables vidas destrozadas. La comunidad cristiana, ortodoxa y católica, se ha reducido considerablemente. Algunos cristianos han podido huir a través de la frontera egipcia, pero el padre Gabriel lamenta "la pérdida en la comunidad cristiana de 36 personas, 20 de las cuales murieron debido a los bombardeos del ejército israelí o a los disparos de francotiradores. Los demás sucumbieron principalmente a la falta de medicamentos. Perdimos a un niño del orfanato de la Madre Teresa. Así que sí, es doloroso, pero al mismo tiempo, sabemos que están con Dios. Están presentes en el Cielo para interceder por la paz, la justicia y el perdón de los pecados para todos nosotros y para los que están involucrados en la guerra".

El sacerdote argentino se encontraba en Belén cuando comenzó el terrible conflicto. Después de más de siete meses en Jerusalén sin poder regresar, acompañó a Su Beatitud, el cardenal Pierbattista Pizzaballa, patriarca latino de Jerusalén, en su visita a Gaza del 15 al 19 de mayo. 

Maria Lozano - Christophe Lafontaine

Fuente: Aleteia