“Nos abre las puertas de la vida” y “después no morimos más”
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Crédito: Prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei |
Este 26 de junio la Iglesia
Católica ha celebrado la fiesta de San Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador
del Opus Dei. El santo solía hablar sobre la muerte, una realidad que todos
vamos a experimentar, y explicó por qué no hay que tenerle miedo.
La Universidad de Navarra ofrece en
su sitio web un compilado de frases y
dichos del santo, que han sido tomados del libro Tiempo de Caminar. Semblanza de Monseñor Josemaría
Escrivá de Balaguer. Allí se describe el caso de un
acongojado padre de familia que perdió a su mujer e hijo en un accidente.
El apenado hombre le dijo al santo:
“Vengo por si veo una chispita de luz donde agarrarme”. San Josemaría le
respondió con cariño diciendo que “el Señor nos quiere con locura” y luego le
explicó lo siguiente: “Se llevó a los tuyos porque estaban maduros para el
Cielo”
Más adelante, el santo contó que
solía preguntarle al Señor el por qué se llevaba a ciertas personas que podrían
haber sido muy útiles para tantas almas, pero que luego bajaba la cabeza
diciéndole: “Tú sabes más que yo… hágase, cúmplase”.
Por otro lado, en el canal de
youtube del Opus Dei se encuentra un
video en el que se ve a San Josemaría brindando una de sus
tertulias (conversaciones) catequéticas. Allí se escucha que una mujer le habla
sobre el miedo a la muerte.
El santo, amablemente, la anima a
que no le tenga temor porque ésta “nos abre las puertas de la vida” y “después
no morimos más”.
Luego San Josemaría le indica:
“cuando venga (la muerte), viene porque estamos maduros para el cielo”. “No te
preocupes, la muerte no te debe dar pena porque la muerte te lleva a los brazos
de Dios, al Amor te lleva”, añadió.
Para terminar, es preciso recordar que San Josemaría Escrivá solía decir: “No tengas miedo a la muerte. Acéptala, desde ahora, generosamente..., cuando Dios quiera..., como Dios quiera..., donde Dios quiera. No lo dudes: vendrá en el tiempo, en el lugar y del modo que más convenga..., enviada por tu Padre-Dios. ¡Bienvenida sea nuestra hermana la muerte!”.
Por Abel Camasca
Fuente: ACI Prensa