La Cuaresma es un tiempo litúrgico de oración y penitencia que ofrece la Iglesia para prepararse para el Triduo Pascual, en el que se recuerda la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo.
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Crédito: Kamil Szumotalski / Unsplash |
A lo
largo de este tiempo, la Iglesia también nos llama a cambiar de vida y a
caminar hacia el Señor, para amarle más. Por ello, es importante tener en
cuenta estos datos para conocer más profundamente y vivir correctamente la
Cuaresma:
1. Las tres prácticas de Cuaresma
La
primera práctica cuaresmal es la oración, condición indispensable para el
encuentro con Dios. Con ella, el cristiano dialoga con el Señor, deja que la
gracia entre en su corazón y, como la Virgen María, se abre a la acción del
Espíritu Santo dando una respuesta libre y generosa (Lc 1,38).
La
segunda —que incluye el ayuno y la abstinencia— es la mortificación. Esta se
debe vivir cotidianamente y sin necesidad de hacer grandes sacrificios. Con ella
se ofrece a Cristo aquellos momentos que generan molestias y se acepta con
humildad y alegría las adversidades.
Y la tercera es la limosna o, más ampliamente, la
caridad. San Juan Pablo II explica que está enraizada
"en lo más hondo del corazón humano: toda persona siente el deseo de
ponerse en contacto con los otros, y se realiza plenamente cuando se da
libremente a los demás".
2. El ayuno y la abstinencia
El
ayuno consiste en ingerir una sola comida "fuerte" al día, mientras
que la abstinencia se refiere a no comer carne. Con ambos sacrificios se
reconoce la necesidad de hacer obras por el bien de la Iglesia y de nuestros
hermanos y en reparación de nuestros pecados.
En
esta práctica también se dejan de lado las necesidades terrenales para
redescubrir la sed de Dios. "No solo de pan vive el hombre, sino de toda
palabra que sale de la boca de Dios" (Mt 4,4).
El
ayuno es obligatorio desde los 18 hasta los 59 años, y no prohíbe tomar un poco
de alimento por la mañana y por la noche.
En
el caso de la abstinencia, si bien se refiere a no comer carne —u otro alimento
que haya determinado la Conferencia Episcopal—, no impide el consumo de huevos,
lácteos y cualquier condimento con grasa animal. La abstinencia se observa,
además del Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo, todos los viernes de cuaresma, y
es obligatoria desde los 14 años.
3. Inicio y término de la Cuaresma
Con
el Miércoles de Ceniza comienzan los 40 días de preparación para la Pascua. Ese
día el sacerdote bendice e impone las cenizas obtenidas de las palmas
bendecidas en el Domingo de Ramos del año anterior.
La
ceniza representa un signo de humildad y le recuerda al cristiano su origen y
su fin. Son impuestas haciendo la señal de la Cruz en la frente y pronunciando
las palabras bíblicas: "Acuérdate que eres polvo y en polvo te
convertirás" o "Conviértete y cree en el Evangelio".
La
Cuaresma termina la tarde del Jueves Santo. Ese día la Iglesia conmemora la
Última Cena que el Señor compartió con sus Apóstoles antes de ser crucificado
el Viernes Santo.
4. Duración de la Cuaresma
La
Cuaresma dura 40 días. Este es un número especial en la Biblia, ya que el
número cuatro simboliza el universo material, y seguido de ceros alude al
tiempo de la vida en la tierra, con sus pruebas y dificultades.
Además,
los 40 días recuerdan los días que Jesús pasó en el desierto antes de comenzar
su vida pública.
5. El color litúrgico de la
Cuaresma
El color
litúrgico de este tiempo es el morado, que significa luto y penitencia. Es un
tiempo de reflexión, de conversión espiritual y de preparación al misterio
pascual.
Fuente: ACI