Jesús dijo que no sabremos el día ni la hora en que volverá. ¿Qué pasa con el año?
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A veces
varias personas, incluso sacerdotes, afirmarán que el mundo se acabará durante
un año concreto.
Un
sacerdote católico incluso dijo que, si bien Jesús dijo que no sabríamos el
“día” ni la “hora” en que volvería, no dijo nada sobre el “año”.
¿Qué dijo
Jesús?
Al
dirigirse a sus discípulos, Jesús habló de las muchas señales del fin de los
tiempos, pero se aseguró de hacerles saber que no sabrían cuándo volvería:
El
cielo y la tierra pasarán , pero mis palabras no pasarán. Pero de aquel día
y hora nadie sabe , ni siquiera los ángeles del cielo, ni el Hijo, sino
sólo el Padre. Como fueron los días de Noé, así será la venida del Hijo del
Hombre.
Mateo 24:35-37
¿Significa
esto que sabemos el año en que se acabará el mundo?
Lamentablemente no sabemos
el año.
La
única manera de saber positivamente el año exacto es si Jesús les
dijera a sus discípulos : " El mundo se acabará en 2030 ".
Los
católicos creen que la revelación divina y pública terminó con el Nuevo
Testamento. Desde entonces puede haber revelación privada, pero no estamos
obligados a creer todo lo que contiene.
En
consecuencia, si alguien afirma haber recibido de Dios el año exacto en que
Jesús volverá, nadie está obligado a creerlo.
¿Por qué Jesús
no nos dijo los detalles?
San
Efrén proporciona una posible razón de por qué Jesús no nos dijo el día o año
exacto en un comentario sobre el Diatessaron que aparece en el Oficio de Lecturas durante
el Adviento:
Para evitar
que sus discípulos preguntaran la hora de su venida, Cristo dijo: “De aquella
hora nadie sabe, ni los ángeles ni el Hijo. No te corresponde a ti saber
tiempos ni momentos”. Él ha mantenido esas cosas ocultas para que podamos
velar, pensando cada uno de nosotros que él vendrá en nuestro propio día.
Si
Jesús les hubiera dicho a sus discípulos que no volvería hasta 2.000 años
después, es posible que se hubieran aflojado y se hubieran sentido tentados a
ser perezosos.
De
manera similar, si supiéramos esa misma información, probablemente
pospondríamos nuestra santidad hasta el año 2029.
Es
bueno que no sepamos el día, la hora o el año en que se acabará el mundo. A
Jesús le gusta tenernos alerta, siempre dispuestos a recibirlo en nuestro
corazón.
Philip Kosloski
Fuente: Aleteia