5 RAZONES PARA COMENZAR A IR A MISA POR LAS MAÑANAS

La santa Misa derrama gracias abundantes en quienes participan de ella, así es que podrías considerar la posibilidad de acudir todos los días por la mañana

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Sabemos que la Misa es la actualización del sacrificio de Jesús en la cruz, que murió de manera cruenta hace más de dos mil años, y que vuelve a morir por nosotros, pero de forma incruenta – sin derramamiento de su sangre – todos los días en la santa Eucaristía (CIC 1367).

Y, por supuesto, está muy bien que acudamos cada domingo a participar de la Misa porque es el precepto más importante que debemos cumplir: adorar a Dios durante la santa Eucaristía.

Sin embargo, fuera de cumplir con una obligación – que no debe serlo, pues ir a ver al Amado ni es ninguna molestia- es una oportunidad de que no debemos dejar pasar, por estos motivos:

1. BENDICES TODAS ACTIVIDADES

No hay mejor manera de comenzar el día, pues entregamos todas nuestras actividades y trabajos como una ofrenda agradable al Padre, porque nuestras oraciones se unen a las peticiones de Jesús.

2. ESCUCHAS LA PALABRA DE DIOS

Todos los días se leen distintos pasajes de la Sagrada Escritura, tanto de Antiguo como del Nuevo Testamento, especialmente cuando se proclama el Evangelio, que cambia de acuerdo con el calendario litúrgico y que nos permite leer toda la Biblia a lo largo de tres ciclos litúrgicos.

3. AUMENTA TU CERCANÍA CON CRISTO

El Señor Jesús está presente en la Eucaristía, y más en el momento de la consagración, cuando el pan y el vino se convierten “en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Bajo las especies consagradas del pan y del vino, Cristo mismo, vivo y glorioso, está presente de manera verdadera, real y substancial, con su cuerpo, sangre, alma y divinidad (cf Concilio de Trento: DS 1640; 1651)” ( CIC 1413).

4. SE BORRAN TUS PECADOS VENIALES

Al inicio hacemos un acto de contrición con el que se borran nuestros pecados veniales, además, quien comulga mantiene alejado el pecado mortal de su vida.

5. AUMENTA TU GRACIA SANTIFICANTE

Cada Misa aumenta la gracia santificante y nos ayuda a crecer en santidad, por eso todos los santos han tenido gran aprecio y enorme devoción por ella. Además, podemos ayudar a las almas del purgatorio porque nos unimos con toda la Iglesia en oración de adoración al Padre.

Por supuesto que hay infinidad de bendiciones detrás de cada santa Misa, por eso, si te es posible, acude a diario y comienza tu jornada de la mejor manera: de la mano de Jesús Eucaristía.

Mónica Muñoz

Fuente: Aleteia