Hace tiempo que Centro Académico Romano Fundación (CARF) ayuda cada año a que más de 1000 sacerdotes y seminaristas de todo el mundo puedan terminar o completar la formación necesaria para cumplir su vocación: en 2022 fueron cerca de 2.000 los que disfrutaron de 5,8 millones de euros destinados por CARF a este propósito.
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Dominio público |
Su
"compromiso con
Cristo, la compasión,
el acompañamiento, estar
siempre en los momentos de alegría y dolor, escuchar las confesiones,
bendecir o brindar
esperanza" son solo algunos de los aspectos que remarca CARF en el
vídeo producido para la campaña.
"Vuestra
dedicación no pasa desapercibida. Sois faros de esperanza en un mundo a veces oscuro. Gracias
por ser nuestros amigos en el camino de la fe, por ser la sonrisa de Dios en la
tierra", agrega el clip.
Uno
de los receptores de este agradecimiento es Jorman Rafael Cáceres, que
actualmente se prepara para ser sacerdote en el Seminario Internacional de
Bidasoa.
"Dios quería que le sirviese: yo no
quería oirle"
El
joven venezolano, el menor de la familia y con tres hermanas, se involucró
profundamente desde su infancia en todo lo relativo a la misión y la juventud diocesana desde
grupos como Joven Misión.
Pronto
tuvo la convicción de que "Dios
quería que le sirviese", si bien en aquel momento "no quería oír
su voz".
Para
ahogar la voz de Dios, prefirió conocer a algunas chicas, algo así como ir de
novia en novia.
Durante la pandemia, la
voz de Dios retumbó en
él. "La quietud en mi casa, con mi familia, me provocó inquietud por
dentro. Había dejado atrás la vorágine de mi vida y tenía tiempo y calma para
escuchar a Dios. Fue entonces cuando me decidí a empezar mi proceso vocacional de manera online".
Finalmente
compartió con su novia la inquietud de entrar en el seminario, asumiendo que si
no era lo suyo, volverían juntos.
"Yo
te apoyo y sé que es lo que Dios quiere para ti. Sé el amor que tienes por la
Iglesia", le dijo a Jorman, que a día de hoy sigue agradeciendo el apoyo
recibido para tomar la decisión.
"Aunque cueste, mi vida es
tuya"
Sus
padres habían decidido emigrar a Colombia, cuando les sorprendió su intención
de ingresar en el
seminario para ser sacerdote.
Aunque
sorprendidos en un primer momento, su católica familia también le apoyó en su
decisión, convencidos de que decir `sí´ a Dios no es una respuesta fácil.
Después,
durante una convivencia vocacional, repetía continuamente que se hiciera la
voluntad de Dios: "Te he evitado mucho, Señor, pero aunque cueste mi vida es tuya".
Su
familia apuró con él sus últimas navidades juntos, acompañándole a las puertas
del seminario propedéutico de la diócesis de Cabimas, antes de partir a
Colombia.
Fue
una etapa de ciertas dudas que se disiparon cuando el rector del seminario le
preguntó si finalmente quería formarse como seminarista. "Dije que sí, y me imaginé el
sí de María. Entonces, toda
la tierra se pausó, hubo un silencio total a mí alrededor",
recuerda.
Sin fuerzas, recibió una señal
El
primer año no fue fácil para Jorman, asaltado por la tristeza y las dudas, el cansancio o la distancia con
su familia.
En
una Hora Santa se rindió ante Dios. "Que se haga tu Voluntad, no tengo fuerzas, sólo cuento con
las tuyas", rezó antes de pedir una señal buscando si debía o no ser
sacerdote.
La
respuesta no tardó en llegar. Fue a través del Vicario General de la diócesis,
cuando le dijo que el obispo le había elegido para estudiar en la Universidad
de Navarra y alojarse en el Seminario Bidasoa en España, gracias a CARF.
Puedes
ayudar a CARF a ayudar a otros sacerdotes desde su página web
"No
me veía con capacidades para estudiar en España, pero me vino a la mente que
esta era la señal que le
había pedido a Dios. Así que acepté", recuerda.
Hoy,
con 25 años, Jorman cumple su sueño en el Seminario Internacional de Bidasoa. Y también el que Dios
tiene para él, convencido de que su sí a Dios y la formación integral
que está recibiendo en Pamplona, contribuirán a ayudar a las gentes
de Venezuela.
"En
mi país, la Iglesia Católica está mediando como canal de diálogo ante la
polarización del pueblo y de las instituciones. Pero, sobre todo, con la
pastoral social y acompañando a los fieles para que no se vean desamparados en
sus luchas", explica.
Cómo debe ser el sacerdote del siglo XXI
El
joven seminarista enumera las cualidades y dificultades con las que cree que un
sacerdote debe convivir y enfrentar el siglo XXI.
"Deben
ser creativos e ingeniosos,
con muy buena formación
doctrinal y con una profunda vida interior, que sea capaz de
transmitir con nuevos
métodos y formas lo que han recibido. Creo que las principales
dificultades radican en encontrar formas efectivas de conectarse con las
personas en una sociedad
cada vez más secularizada y digitalizada", concluye.
José María Carrera
Fuente: ReL