Si bien la oración espontánea es un tipo de oración, no es la única forma válida de orar a Dios
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Hay
una variedad de escuelas de oración que sugieren diferentes maneras de orar a
Dios. Una de ellas es la escuela de oración “espontánea”, donde sólo se
consideran auténticas las oraciones que se forman en el momento.
El Catecismo de la Iglesia CatólicaNo descarta por completo este tipo de
oración, pero sí explica que es necesaria una cierta formación:
La
oración no puede reducirse a la efusión espontánea de un impulso interior : para orar
es necesario tener voluntad de orar. Tampoco basta con saber lo que las
Escrituras revelan sobre la oración: también hay que aprender a orar. A
través de una transmisión viva (Sagrada Tradición) dentro de “la Iglesia
creyente y orante”, el Espíritu Santo enseña a los hijos de Dios cómo orar.
CCC 2650
Lo
que esto significa es que la oración debe realizarse en el contexto de la
Sagrada Tradición de la Iglesia.
Podemos
orar a Dios espontáneamente, pero es necesario que provenga de un corazón que
haya aprendido de la Iglesia a orar.
Sagrada
Tradición de oración
Esta
Sagrada Tradición se ha expandido a lo largo de los siglos a medida que el
pueblo de Dios ha escuchado al Espíritu Santo:
La
tradición de la oración cristiana es una de las formas en que la tradición de
la fe toma forma y crece , especialmente a través de la contemplación y
el estudio de los creyentes que atesoran en su corazón los acontecimientos y
las palabras de la economía de la salvación, y a través de su profunda
comprensión de las realidades espirituales que experimentan.
CCC 2651
En
este contexto, Dios no está tratando de limitar nuestro acceso a él, sino de
enseñarnos la manera correcta de orar.
La
Iglesia, en su sabiduría, guía a los cristianos en una escuela de oración
coherente con el Evangelio y las inspiraciones del Espíritu Santo.
La
oración espontánea es ciertamente digna de elogio, pero debe brotar de la
fuente de la sabiduría de la Iglesia.
Philip Kosloski
Fuente: Aleteia
