No me saques de...
Dominicas de Lerma |
Hola, buenos días, hoy Joane nos lleva al
Señor. Que pases un feliz día.
Cuando dejé sobre la mesa el cuchillo que
estaba utilizando, pude leer que ponía en el filo: “no me saques de la cocina”.
Alguien se había encargado de grabarlo para que no lo saquemos y lo utilicemos
para otras cosas, pudiendo perderlo o estropearlo.
“No me saques de la cocina”. Cuando estás en la
cocina, hay que estar pendiente de muchos detalles, y en esa frase me hablaba
el Señor en ese momento. Aunque nuestra vida en el Monasterio facilite que
volvamos al Señor continuamente, también la actividad o “los pequeños detalles”
nos pueden envolver y “sacar al Señor” aún estando en Sus cosas continuamente.
Él siempre está, solo que espera a tu puerta:
“si me abres, entraré y cenaremos juntos”. Depende de nosotros abrirle para
vivir lo cotidiano, haciendo de ello algo totalmente diferente, porque donde
entra Cristo, entra el Amor. Donde hay Amor, no hay rutina, y el trabajo más
sencillo y aparentemente insignificante, desde Él se transforma en lo más
sublime.
Hagas lo que hagas, la plenitud está en que “no
saques a Cristo de… la oficina, de la cocina, de clase, del autobús…”
El poder transformador de vivir lo que estás
haciendo con Cristo hace que lo que parece un peso o rutina se convierta en
algo apasionante, porque Él siempre tiene una Misión para ti más allá de lo
material: poner amor, acogida, una sonrisa, orar por los que se acercan,
escuchar, dar paz… o te guiará en tus decisiones. Lo importante no es en qué
trabajas o qué haces, sino con quién trabajas; que tu corazón esté abierto al
Señor y atento a todas sus inspiraciones.
Hoy el reto del amor es que “no saques a Cristo
de…”. Antes de entrar en el trabajo, en clase… pídele que entre contigo y te
muestre la Misión que de ser el Amor hará que todo sea diferente.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
09 diciembre 2023
Fuente: Dominicas de Lerma